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Peso, el más sólido en América Latina de monedas emergentes
Apoyó a la moneda mexicana el alza de tasa de interés por parte de Banco de México, situación que ya esperaban los operadores del mercado cambiario.
La moneda mexicana cerró el viernes pasado por debajo de las 20 unidades por dólar, manteniendo ocho sesiones consecutivas de apreciación frente al dólar, impulsado por el anuncio del jueves, de un aumento de 75 puntos base (pb) en la tasa de interés de referencia del Banco de México (Banxico).
La moneda mexicana finalizó la semana en un nivel de 19.8736 pesos por dólar, reflejando una apreciación intradía el viernes de 0.64% frente al precio del jueves, tocando un mínimo de 19.8310 y un máximo de 19.9330 unidades por billete verde, de acuerdo con datos de Banxico.
En la semana el peso se apreció 2.38% o 48 centavos, siendo la única moneda de las principales de América Latina que le ganó terrero a la divisa estadounidense.
Lo anterior, en una semana difícil para las divisas de América Latina y de otros países emergentes.
La moneda que más se depreció la semana pasada fue el peso colombiano, con una pérdida de 5.79% a 4,138.50 unidades por dólar. Tan sólo el viernes cayó 0.85 por ciento.
La caída de la moneda colombiana la semana pasada se debió a la incertidumbre surgida a raíz de la victoria en los comicios presidenciales el 19 de junio del candidato de izquierda, Gustavo Petro.
Por su parte, el peso chileno tuvo una depreciación semanal frente a la moneda estadounidense de 4.67% a 917 pesos por dólar, mientras que el real brasileño perdió 1.99% a 5.2423 unidades por dólar.
“El regreso del peso mexicano al terreno de las 19 unidades se podría atribuir principalmente al movimiento de 75 pb que realizó el Banco de México para intentar enfrentar a la creciente inflación”, explicó Alain Jaimes, analista Económico y Bursátil en Signum Research.
Destacó que si las condiciones lo demandan, nuevos incrementos de la misma magnitud de 75 pb no están descartados, debido al tono que se dio en el anuncio de decisión de política monetaria, en el cual la Junta de Gobierno se mostró más restrictiva y dispuesta a tomar acciones más contundentes para lograr la estabilidad de precios o contener la inflación.
“El peso terminó la semana con una importante apreciación, rompiendo a la baja el promedio móvil de 200 días, nivel clave que ha estado respetando como resistencia desde abril de este año”, indicaron analistas de Intercam Banco en un reporte.
Añadieron que cada vez que el peso intenta romper al alza, se genera una nueva apreciación y regresa a niveles por debajo de las 20 unidades por dólar, lo que es señal de que puede seguir apreciándose la moneda, ubicándose en un rango de operación para la esta semana de entre 19.75 y 20.05 pesos por dólar.
Índice dólar pierde
Para Gabriela Siller, directora de Análisis Económico en Banco Base, la apreciación del peso fue porque el dólar estadounidense cedió terreno, mostrando un retroceso de 0.68%, luego de subir durante las tres semanas anteriores.
“El retroceso del dólar frente a sus principales cruces se debe a un relajamiento de la especulación sobre el futuro de la política monetaria en Estados Unidos, luego de que la semana pasada la Fed subió su tasa de interés en 75 puntos base y que esta semana el presidente de la Fed, Jerome Powell, compareció ante el Congreso de Estados Unidos, confirmando que seguirán subiendo la tasa de interés”, puntualizó la especialista.
Alaín Jaimes consideró que al compararse el peso con una canasta de monedas emergentes, se podría decir que “sí tenemos un peso que se diferencia, no solo por ser una moneda líquida en el mercado sino porque a pesar de las problemáticas en materia económica y de Estado de Derecho, México posee pilares que lo diferencian de sus pares emergentes como son un sano marco de finanzas públicas, una estrecha relación comercial con Estados Unidos y un banco central autónomo”.
Reiteró que la política monetaria restrictiva de Banxico y la expectativa de que continúe así “benefician fuertemente a la divisa mexicana en el corto plazo”.
El analista explicó que sin embargo, un dólar fortalecido, que se daría con aumentos pronunciados en la tasa de la Fed, mayor incertidumbre por escalamiento en tensiones geopolíticas o nuevos cierres asociados a la pandemia, serían factores que jugarían en contra de la apreciación del peso.
