Poder y reputación

La consultora Reputation Institute publicó su reporte sobre la reputación de 50 países en el 2013. En este reporte, cuya metodología incluye encuestas y cuestionarios a más de 27,000 funcionarios y ejecutivos de empresas del grupo económico G-8, se registra la percepción sobre 16 atributos de los países, entre los cuales están la confianza para hacer inversiones, amabilidad de los habitantes, eficacia de las políticas sociales y económicas del país, eficacia del gobierno y paz social.

El resultado para el 2013 es que Canadá, Suecia, Suiza, Australia y Noruega ocupan los primeros cinco lugares. Estos resultados también incluyen a los países latinoamericanos, donde Brasil es el mejor ubicado en el reporte (21), seguido de Perú (23), Puerto Rico (27), Chile (28) y Argentina (30). Continuando con Latinoamérica, México ocupa el lugar 35; Venezuela, el 39; Bolivia, el 41 y Colombia, el 45.

Dentro del grupo de países desarrollados, Alemania ocupa el lugar 11; Japón, el 14; Reino Unido, el 25; Francia, el 17 y Estados Unidos, el 22.

Lo interesante del reporte es que destaca la falta de correlación entre los países poderosos y su reputación o prestigio. Si bien Estados Unidos, China y Japón son las economías más grandes y poderosas económicamente, no tienen un alto índice de reputación, como se esperaría.

Aunque los países poderosos generan una gran riqueza económica, ésta no se traduce en confianza.

Algo que también vale la pena mencionar es que los países emergentes han mejorado en su reputación.

Así tenemos que Singapur, Taiwán, Perú, Brasil, Corea del Sur, Polonia y Ucrania, en su conjunto, han tenido un crecimiento, en promedio, mayor que todos los países que integran la encuesta. La explicación a este fenómeno es que el mercado empieza a reconocer atributos cuantitativos como el crecimiento y desarrollo de estos países, pero también reconoce atributos cualitativos, como el prestigio de sus empresas y el posicionamiento de su marca-país.

¿Hacia dónde van las economías emergentes? A que en 20 años éstas sean las poderosas del mundo. El prestigio que ahora tienen lo está admitiendo el mercado y deberían aprovechar para que su crecimiento económico sea sostenible en el tiempo. Deberían mantener un entorno atractivo para los negocios, continuar con el crecimiento económico que ahora tienen y hacer que las políticas de gobierno sean más eficaces.

En resumen, este reporte de reputación de los países nos debe servir para revisar la relación que hay entre las economías poderosas y las emergentes y en qué tipo de sectores debemos mejorar. Los gobiernos deberían tener este reporte como lectura obligada y como su cuaderno de tareas pendientes.?

*El Dr. Eduardo Carbajal es director de la Sede Perú, del Sistema Tecnológico de Monterrey. Correo electrónico: ?eduardo.carbajal@itesm.edu.pe