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Remesas familiares

Recientemente, Banco de México dio a conocer que las remesas familiares, es decir, las transferencias de nuestros connacionales en el extranjero hacia el país registraron un flujo de 2,179.6 millones de dólares en el mes de agosto, lo que representó un crecimiento de 13.1% respecto al mismo mes del año anterior.

Recientemente, Banco de México dio a conocer que las remesas familiares, es decir, las transferencias de nuestros connacionales en el extranjero hacia el país registraron un flujo de 2,179.6 millones de dólares en el mes de agosto, lo que representó un crecimiento de 13.1% respecto al mismo mes del año anterior. Ésta es la mayor expansión de las remesas en lo que va del año

Con el flujo de agosto, las remesas acumulan un monto de 16,577 millones de dólares, lo que significa un crecimiento anual de 6.1 por ciento. Son muchos los elementos que explican el comportamiento de las remesas familiares; sin duda, uno de los más importantes es el momento del ciclo económico por el que atraviesa Estados Unidos, en donde se concentra 95% de los migrantes mexicanos.

Para tener una perspectiva más amplia de cómo afecta el desempeño de la economía estadounidense el flujo de remesas, vale la pena recordar lo que sucedió en el 2007, cuando se empezaba ya a visualizar el declive de la economía de Estados Unidos. En el 2007 el saldo de las remesas se ubicó en 23,979 millones de dólares, esto fue un crecimiento de tan sólo 1% anual. En el 2006, cuando la economía de Estados Unidos aún se veía vigorosa, las remesas se incrementaron 17 por ciento.

En el 2007, la evolución de las remeses se vio impactada principalmente por dos factores, las mayores restricciones fronterizas a la migración y la desaceleración de la economía estadounidense, particularmente del sector de la construcción, que emplea a cerca de 20% de los mexicanos que van a Estados Unidos en busca de mejores condiciones de vida.

Las remesas han adquirido una mayor importancia como proporción del ingreso promedio de las familias en México y también dentro del consumo. De acuerdo con la Comisión Nacional de Población, el porcentaje promedio de hogares que reciben remesas a nivel nacional es de 4.4%; no obstante, existen entidades federativas como Zacatecas o Michoacán en las que esta proporción es de 13 y 11%, respectivamente, lo que las ubica en una condición de mayor vulnerabilidad ante la desaceleración de los envíos.

En cuanto al uso de las remesas, la mayor parte de ellas (86%) se destinan al consumo, 6% a la educación y 3% a la mejora de inmuebles. Claramente las remesas familiares han tenido un efecto positivo sobre el bienestar de aquellas familias que las reciben, mejorando su nivel de vida gracias a un mayor ingreso disponible y a una mayor demanda.

Es importante tener presente que una buena parte del dinamismo observado por el consumo privado a lo largo del año obedece precisamente a la evolución favorable de las remesas, lo que ha sido destacado por el propio Instituto Central en diversas ocasiones.

Las condiciones económicas adversas que se presentaron en Estados Unidos a partir del 2008 impactaron negativamente la evolución de las remesas. No obstante, en los últimos meses se ha podido observar una recuperación importante de las remesas de la mano del fortalecimiento del mercado laboral en Estados Unidos.

De hecho, la tasa de desempleo de los migrantes mexicanos en Estados Unidos ha caído de manera significativa en el último año como resultado de una moderación en la migración de mexicanos a Estados Unidos, y también del restablecimiento de la demanda de mano de obra mexicana, lo que se ha visto reflejado en un mayor monto de las remesas familiares.

Aunque el ranking de los países que ingresan los mayores flujos de remesas cambia año con año dependiendo de las condiciones económicas globales, en los últimos años México se ha ubicado como el segundo receptor de remesas en el mundo, ligeramente detrás de la India y por delante de Filipinas, Marruecos, Egipto y Turquía. Como porcentaje del PIB, México se ubica en el lugar 86, ya que estas transferencias representaron 2.9%, mientras que en países pequeños, sobre todo africanos, llegan a representar hasta 50 por ciento.

El comparativo latinoamericano ubica a México en la primera posición dentro de los países que más remesas reciben. En segundo lugar se ubica Brasil, seguido de Colombia, El Salvador y República Dominicana, aunque hay que destacar que la distancia entre México y el resto de los países es muy amplia debido, entre otras cosas, a la cercanía geográfica con la economía más grande del mundo que, pese a las mayores restricciones fronterizas, favorece que se dé con mayor incidencia el fenómeno de la migración.

Otro de los factores que explica el comportamiento de las remesas familiares tiene que ver con la depreciación que ha registrado el peso frente al dólar en los últimos meses. De hecho, la variación registrada en agosto (13.1%) es la mayor desde agosto del 2007 y está relacionada, como hemos comentado, con el mayor empleo de mano de obra mexicana en Estados Unidos, pero también con el mayor poder adquisitivo que tienen las remesas en nuestro país derivado de la depreciación del peso

La correlación entre tipo de cambio y remesas que se ha observado en el pasado y junto con el abatimiento de los costos de los envíos se ha visto reflejada en un flujo más vigoroso de remesas hacia nuestro país, lo que seguramente persistirá en el corto y mediano plazos.

Pese a las dificultades fronterizas, la migración seguirá siendo un camino para que los trabajadores mexicanos encuentren opciones laborales atractivas. La consolidación del proceso de recuperación económica de Estados Unidos hace previsible que los flujos de remesas continúen con su tendencia alcista, consolidándose como una de las principales fuentes de divisas para el país.

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