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Santander reduce su apuesta por el mercado de deuda
Banco Santander ha sido una nota discordante entre la uniformidad de la banca europea y española en los últimos dos años.
Banco Santander ha sido una nota discordante entre la uniformidad de la banca europea y española en los últimos dos años.
Mientras la mayoría de las entidades disfrutaba de financiamiento casi gratuito al calor de la barra libre de liquidez del Banco Central Europeo y limitaba al máximo sus salidas al mercado de deuda, el banco presidido por Ana Botín aumentaba a ritmos de doble dígito su apelación al financiamiento mayorista.
El resultado es que el año pasado Santander puso en el mercado más de 60,000 millones de euros en deuda de todo tipo y a través de cualquiera de sus filiales. La subida fue de 16 por ciento. Mayor recurso al financiamiento mayorista ante las mejores condiciones de los mercados: las emisiones superan los vencimientos , explicó el banco. En el 2014, el aumento había llegado a 44 por ciento.
Pero el primer trimestre de este año ha supuesto un drástico cambio de tendencia. Por primera vez desde el 2013, la entidad cántabra ha reducido su ritmo de emisión y ha vendido menos deuda que en el mismo periodo del año anterior.
Y no lo ha hecho de forma moderada: la caída es de 30%, la mayor en un trimestre desde el segundo del 2012.
La evolución de la actividad comercial permite un menor recurso a la financiación mayorista sin deterioro del excedente estructural de liquidez , es la explicación que ha dado el banco a los analistas. Y es un argumento que coincide con el que entidades como BBVA u otros bancos de la zona euro llevan años proporcionando para explicar su retraimiento emisor. Para Santander, sin embargo, las circunstancias sólo han cambiado ahora. La captación de depósitos está funcionando bien en varias geografías , indicaron fuentes cercanas a la entidad, que hicieron hincapié en que el banco no opera sólo en España, sino que tiene una presencia internacional en la que se dan al mismo tiempo distintos tipos de realidades.
A eso se une la producción de crédito, que en algunas filiales avanza, pero en otras se reduce, porque hay economías que siguen con su tarea de desendeudamiento.