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Tres ETFs para apostar al sector tecnológico a largo plazo
Estos instrumentos permiten realizar una apuesta diversificada en el sector mediante una herramienta sencilla y eficiente.
La innovación es una de las herramientas más poderosas con las que cuentan las empresas para generar crecimiento de largo plazo, especialmente en el sector tecnológico ya que es dinámico y competitivo. Sin embargo, esto mismo trae un riesgo implícito alto a la hora de seleccionar cuáles son las indicadas para invertir ya que son muy volátiles frente a los fracasos.
Entre enero de 1990 y 2000, las acciones de Microsoft (MSFT) brindaron un retorno fabuloso ya que subieron desde los 0.60 dólares a los 56, lo que implica una ganancia de más del 9200%. La burbuja de las empresas tecnológicas tuvo parte de la responsabilidad ya que, luego, se estabilizaron entre los 25 y 30 en los años siguientes. Sin embargo, su performance fue claramente un factor real y concreto que tuvo una gran influencia en el retorno de sus papeles.
A lo largo de la década del 90, se consolidó en una posición cuasi monopólica con sus productos Windows y Office, y parecía que su único limitante podían ser las regulaciones anti monopolio que ponían un freno a sus tasas de crecimiento, ya que sus competidores, como Apple (AAPL) contaban con una posición de mercado prácticamente de nicho o marginal.
Si se analiza el período que va entre enero de 2002 y diciembre de 2012, la dinámica es radicalmente diferente. La empresa de Steve Jobs revolucionó a la industria de la tecnología de consumo gracias a productos como el iPod, el iPhone y el iPad, mientras que la de Bill Gates quedó rezagada.
Así, las acciones de Apple pasaron de cerca de los 10.50 dólares a 520, un alza del 4,800% a lo largo de ese lapso de tiempo. En cambio, las de Microsoft terminaron esa década con una pérdida de más del 10 por ciento.
En los últimos trimestres, se ha visto un notable crecimiento de los dispositivos con Android - el sistema operativo para teléfonos móviles y tabletas de Google (GOOG) - frente a los productos de la fabricante del iPad.
Si bien es temprano para saber cómo va a resolverse la competencia de largo plazo entre estos dos gigantes, lo cierto es que el buscador acumula una subida del 50% en los últimos doce meses frente a una caída del 10% para Apple, a medida que los inversores intentan anticiparse a un posible cambio de tendencia.
De la evolución en la dinámica competitiva de estos tres líderes del sector tecnológico pueden extraerse dos conclusiones. La primera es que ofrece oportunidades de ganancias poco habituales gracias al poder de la innovación y las oportunidades de crecimiento que implica.
Por otro lado, el triunfador de hoy puede pasar rápidamente a convertirse en el perdedor de mañana, lo que significa que es importante posicionarse del lado correcto de las grandes tendencias de la idustria.
Desde este punto de vista, invertir en tecnología mediante Exchange Trade Funds (ETFs) puede ser una alternativa para inversores de largo plazo que busquen una exposición de riesgo moderada. Estos instrumentos permiten realizar una apuesta diversificada en el sector mediante una herramienta sencilla y eficiente.
El más popular es el PowerShares QQQ (QQQ), que replica al índice NASDAQ 100 a través de una cartera compuesta por cien compañías de gran capitalización dentro de este indicador, y cuenta con activos bajo administración por casi 41,300 millones de dólares, lo cual lo convierte en un favorito entre quienes valoran la alta liquidez.
Otra alternativa es el Technology Select Sector SPDR (XLK) que incluye sólo activos del sector tecnología, lo que lo hace sensiblemente más pequeño con 73 empresas en su portafolio y controla activos por 12,000 millones de dólares.
Finalmente, se encuentra el Vanguard Information Technology (VGT) que administra cerca de 4,000 millones de dólares en acciones, pero tiene una cartera más diversificada que sus competidores ya que incluye a más de 400 compañías, algunas de ellas pequeñas. A su vez, es líder en lo que respecta a costos ya que ascienden al 0.14% anual frente al 0,20% del QQQ y el 0,18% del XLK.
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