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Tres acciones para apostar contra la tendencia bajista

Hoy en día resulta bastante sencillo apostar a la caída de un determinado activo sin necesidad de utilizar derivados ni instrumentos financieros sofisticados.

Cuando una compañía de alto crecimiento presenta un importante porcentaje de su capital en ventas en corto, las ganancias para el inversor pueden resultar explosivas en caso de que los operadores bajistas deban salir a comprarlas para cerrar sus posiciones. Tesla Motors, SodaStream International y Lululemon Athletica son opciones de riesgo, pero también con fuerte potencial de beneficios.

Hoy en día resulta bastante sencillo apostar a la caída de un determinado activo sin necesidad de utilizar derivados ni instrumentos financieros sofisticados. Mediante las ventas en corto (short selling) un operador puede pedir los papeles prestados a su broker para venderlos en el mercado sin necesidad de adquirirlos.

La idea en estos casos es deshacerse de ellos a un precio alto, recomprarlos cuando bajan de precio y, luego, devolverlos. El riesgo es siempre considerable, especialmente cuando se acumulan estas posiciones en cantidad.

Si se mueven al alza es posible que muchos operadores deban salir al mismo tiempo a adquirir el activo para limitar sus pérdidas o, incluso, que el propio broker se lo pida para acotar el riesgo al que se expone con el préstamo.

El escenario en el que se produce una estampida de compras de una acción con grandes niveles de ventas en corto se conoce como short squeeze (exprimir a los cortos) y es un proceso que puede producir alzas de precios explosivas en poco tiempo.

Tesla es una de las acciones más riesgosas y volátiles que pueden encontrarse hoy en día, ya que opera en un sector de tecnología de vanguardia, lo que implica riesgos considerables en diferentes frentes.

Cuestiones como la provisión de batería de litio o el aumento de la competencia en el segmento de automóviles eléctricos son solo algunos de los factores que implican inceridumbres de magnitud para sus inversores.

Por otro lado, Tesla ha logrado desarrollar en su Model S, un vehículo 100% eléctrico aclamado por la crítica especializada, y la demanda de los consumidores supera, incluso, su capacidad de producción.

Las apuestas de venta en corto representan más de un 24% del total de sus acciones. Si logra continuar creciendo con éxito en los próximos trimestres, muchos operadores bajistas podrían verse obligados a salir a cerrar sus posiciones.

Otro caso es el de SodaStream, una compañía israelí que ha alcanzado un éxito considerable en Europa con sus dispositivos para la fabricación hogareña de agua con gas y todo tipo de bebidas gasificadas con diferentes sabores.

La compañía decepcionó a los inversores con el reporte de ganancias que presentó el 10 de octubre y, actualmente, cuenta con ventas en corto por más del 48.50% del total de sus acciones.

Su principal factor negativo en cuanto a la facturación fue la débil performance de sus saborizantes, que creció muy por debajo de las expectativas, en la zona del 7% anual. Las máquinas de fabricación y los gasificadores, en cambio, mostraron aumentos muy alentadores, en niveles del 27% y 34% respectivamente.

Su management aclaró que la debilidad en sus ventas de saborizantes se debió a factores transitorios relacionados con los ajustes de inventarios por parte de los distrubuidores. La fuerte demanda de los otros dos sectores parece avalar la idea de que los consumidores continúan comprando y utilizando sus productos.

Además, su facturación total del trimestre creció un 28.50% hasta alcanzar los 144.60 millones de dólares. Por lo tanto, SodaStream continúa siendo una compañía de alto crecimiento incluso en un contexto de debilidad en uno de sus rubros.

Finalmente, se encuentra Lululemon, que opera en el segmento de indumentaria deportiva de alta gama y se especializa en vestimenta para yoga y disciplinas similares, aunque en los últimos años se ha volcado a modelos para todo tipo de uso.

La empresa tuvo serios problemas de fabricación en su línea de pantalones, lo que precipitó la renuncia de su CEO Christine Day. A su vez, el jefe de la junta de accionstas cometió un serio error de imagen al insinuar en una entrevista que los inconvenientes podrían estar relacionados con el tamaño corporal de algunas de sus clientas, lo que generó fuertes críticas contra la firma en las últimas semanas.

Por eso, es entendible que las short selling superen el 24% de sus acciones en circulación. Sin embargo, la compañía sigue siendo muy rentable: su margen de ganancia operativa está en la zona del 25% sobre su facturación frente a un promedio de 11% para la industria; y sus ventas un aumentaron un 22 por ciento.

Si su nuevo CEO logra solucionar los problemas de calidad y recomponer la imagen de la marca, Lululemon tiene un considerable potencial alcista desde los niveles actuales, especialmente si se tiene en cuenta que muchos operadores bajistas podrían verse obligados a cerrar posiciones ante un escenario de ese tipo.

fondos@eleconomista.com.mx

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