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Volatilidad de commodities
Ya estamos casi a la mitad del 2017, un año que lógicamente por muchas cosas se siente eterno por el orden de lo geopolítico y sin duda el efecto de la nueva Casa Blanca.
Ya estamos casi a la mitad del 2017, un año que lógicamente por muchas cosas se siente eterno por el orden de lo geopolítico y sin duda el efecto de la nueva Casa Blanca. Hay que decir que la aplicación de la ley pañal no esta siendo divertida en Estados Unidos, esa ley que dice que los políticos al igual que los pañales deben ser cambiados periódicamente por las mismas razones en nombre de la democracia, y, en esta ocasión, me parece que se esta haciendo pandemia el tema de la aplicación de dicha ley
Recientemente vimos como se cimbraba Brasil tras el escándalo de corrupción en la Presidencia. Para el crédito de Temer, diremos que realmente conformó un equipo económico de primera categoría y en eso están de acuerdo propios y extraños.
Las grabaciones filtradas hicieron que el real brasileño se devaluara y los mercados de commodities como el maíz, azúcar y soya sintieron el efecto en las cotizaciones de Chicago. Los agricultores aprovecharon la devaluación para vender y así aprovecharon la ventaja de vender dólares y cambiar en reales, un mejor margen una vez que sus costos están mayormente tasados en reales, y esa es la ventaja de los brasileños.
Los norteamericanos no tienen más que ver cómo su capacidad de competencia se ve menguada ante dichos efectos y abandonan las labores de mercadeo para concentrarse en las de siembra, aún tienen pendiente vender cerca de 40% de su maíz viejo.
Ya están sembrando su maíz nuevo, hay que decir que no de manera fluida, las labores de campo han sido llevadas a extremos, la incapacidad de implantar rápidamente hace a muchos suponer que no estarán observándose rendimientos superiores, pero eso es un anticipo complicado de sostener de momento porque el agricultor norteamericano tiene la capacidad de sembrar el equivalente a 10% del midwest en un espacio de 24 horas, así que no vamos a dudar de que se termine sembrando todo, y el resto lo dejamos al verano, de momento digamos que seremos cuidadosos y no dudamos que estemos en las próximas cuatro semanas llenos de potencial volatilidad.
Eso es justamente la antítesis de la estabilidad de precios que busca un comprador. Una cosa es la que se dice y otra la que se hace, si bien queda aún mucha incertidumbre de corto plazo, es apropiado decir que la construcción de este mercado agrícola es bajista y esa es la tendencia a cambiar, una dominante capacidad de abasto mundial que a nadie le inyecta urgencia en la compra y no será hasta que algo anómalo en el clima sugiera cambiar esa óptica.
El mercado de commodities se mantiene bajista y los especuladores apuestan fuertemente a las bajas; de ellos, la categoría conocida como managed money mantiene una posición corta o vendida de al menos 25 millones de toneladas de maíz equivalente, una de las posiciones mas vendidas de los últimos tiempos y que por la temporalidad parece algo tempranera.
El clima es aún factor, y, si algo cambia, esos especuladores pudieran ser invitados a reducir sus riesgos creando una estampida de compra importante.
Sólo queda agregar que para México vienen tiempos de mucho sobresalto: por un lado, Sudáfrica se recupera y, con este ánimo, parece que no serán clientes del maíz blanco que a México le gusta vender para adelgazar inventarios domésticos, Mexico tendrá capacidad de abastecerse con sus diferentes ciclos productivos, tendrá abasto norteamericano como siempre.
Hace unos días una delegación mexicana visitó la Argentina y Brasil en busca de oportunidades de suministro una vez que se abre la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, el cual debe ser revisado a solicitud del Ejecutivo norteamericano, y el Congreso ya recibió aviso para que se pongan a trabajar de manera oficial los equipos técnicos.
Mexico es un cliente importante para el midwest, y si bien muchos de los que operan en este espacio votaron por el actual presidente, poco a poco se dan cuenta de que la política personalista en términos comerciales les está lastimando, los tratados de libre comercio son clave para el granero del midwest, y si lo anterior es poco, el recorte sugerido por la Casa Blanca a los programas agrícolas termina la maniobra, el campo norteamericano empieza a sentir astringencia y no es un trago fácil para ellos.
Así van las cosas de momento: mercados bajistas por diseño que de momento transitan lateralmente en el estampado gráfico de precios en lo que definen mejor dirección.
Digamos para concluir que los mercados técnicamente tienen tres posibles estados: pueden estar en tendencia, sea bajista o alcista, pero la tendencia te indica la naturaleza de su accionar, los mercados pueden estar en consolidación, lateralizando, o pueden estar en reversión, que es cuando la tendencia previa cambia de dirección, para hacer lo anterior piensa en un tren, un tren a toda marcha manifiesta la tendencia: para cambiar de dirección necesita primero frenar hasta detenerse por completo y eso es lo que hace un mercado que consolida o se mueve lateralmente, para después hacer evidente que cambió de dirección o está en reversión una vez que miras cómo el tren pasa de regreso en algún punto inmediato de su recorrido por el que ya había transitado, mientras, más atrás, ese punto de referencia más clara, la indicación de que la reversa fue aplicada, y por ello en el estudio de gráficos te invito a pensar en que las gráficas te ayudan a identificar puntos objetivos que manifiestan claramente si estamos en tendencia, lateralización o reversa.
Y si me estás siguiendo aún, déjame decirte que todos esos estudios exóticos en una gráfica con líneas de tendencia y promedios móviles e indicadores de sobrecompra o sobreventa son increíblemente arbitrarios. No olvides que la cola no mueve al perro y que la gráfica es el perro.
Los estudios periféricos emanan de dicho movimiento y, en efecto, son la cola. Te invito a que no conduzcas en estos mercados intentando avanzar hacia enfrente viendo el espejo retrovisor. En algún momento una pared te saludara afanosamente. Así nos despedimos, dejándote un cordial saludo y una invitación a que administres tus riesgos. ¿Estás en buenas manos?
Ánimo.