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El precio del oro en máximos tras la reducción en las tasas de referencia

La tensión generada por las elecciones en Estados Unidos, en combinación con el primer recorte de la tasa de interés por parte de la Reserva Federal, ha contribuido significativamente a la firmeza en los precios del oro.

Foto: Reuters

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Uno de los mayores activos de refugio de los mercados, el oro, ha continuado rompiendo máximos históricos, registrando una notable apreciación del 39.4% desde el 25 de septiembre de 2023.  

Este fenómeno no es aislado; se inscribe en un contexto más amplio de incertidumbre global y cambios en las políticas monetarias que han impulsado a los diferentes actores del mercado a buscar refugio en activos más seguros.

El crecimiento en los precios del activo se explica principalmente por la creciente demanda por parte de los bancos centrales de múltiples países.

Durante el 2024, estos actores han intensificado sus esfuerzos por acumular reservas de oro, en parte como una respuesta estratégica a las tensiones geopolíticas y la volatilidad en los mercados de divisas.

Según datos del World Gold Council, para el segundo trimestre de 2024, la demanda de los bancos centrales aumentó 6% a/a. Esta tendencia refleja un cambio hacia un enfoque más defensivo en las políticas monetarias globales, donde los países buscan diversificar sus reservas y reducir su dependencia del dólar estadounidense, especialmente en países emergentes como China y Rusia.

Por otra parte, la tensión generada por las elecciones en Estados Unidos, en combinación con el primer recorte de la tasa de interés por parte de la Reserva Federal (Fed) el pasado miércoles 18 de septiembre de -50 p.b., ha contribuido significativamente a la firmeza en los precios del oro.

Otro factor que se debe tomar en cuenta, es que los períodos electorales en Estados Uniudos suelen estar asociados con alta volatilidad en los mercados financieros. En este contexto, el oro ha servido como un "ancla de valor", especialmente cuando las políticas de la Fed apuntan a una flexibilización monetaria, provocando retrocesos en la cotización del dólar frente a otras monedas.

Adicionalmente, los recortes en las tasas de interés disminuyen el costo de oportunidad de poseer activos de renta variable o commodities como el oro, haciéndolos más atractivos en comparación con bonos y otros instrumentos de renta fija.

A nivel de oferta, la producción de oro ha mostrado estabilidad, aunque limitada, con niveles que se han mantenido trimestre a trimestre por debajo de las 1,300 toneladas.

Estos datos dejan ver que, aunque la producción es estable, no está aumentando al mismo ritmo que la demanda. De hecho, el incremento en los costos de extracción, impulsado por factores como el aumento en los precios de la energía y los costos laborales, ha contribuido a las restricciones en la oferta.

El resultado es una presión al alza en los precios del oro, una tendencia que se espera continúe a medida que las minas más antiguas y menos rentables cierren o reduzcan su producción.

Todo lo anterior apunta a un 2024 en el que el precio del oro podría mantener un crecimiento sostenido, cotizando por arriba de los 2,500 dólares por onza; sin embargo, es importante considerar que la demanda de oro por parte de los bancos centrales podría empezar a normalizarse en los próximos años.

El encarecimiento, exacerbado por la inflación, ya ha comenzado a repercutir en la demanda en el sector joyero, la principal fuente de demanda de metales preciosos, retrocediendo la demanda de oro para el segundo trimestre del 2024 en 16.9% a/a según datos del World Gold Council.

Esto podría actuar como un contrapeso al actual ciclo alcista, sugiriendo que podríamos estar aproximándonos al punto álgido de este ciclo en 2025.

En el entorno macroeconómico actual, caracterizado por desequilibrios fiscales en economías desarrolladas y un aumento en la deuda soberana, es probable que el oro continúe siendo un componente clave en las carteras de inversión.

Dichos desequilibrios fiscales incluyen situaciones donde los gobiernos gastan más de lo que ingresan, lo que aumenta la deuda y puede generar mayor incertidumbre económica, lo que a su vez refuerza la demanda de activos seguros como el oro.

Finalmente, resulta pertinente comentar que, en ciclos históricos anteriores del oro, se ha observado que después de períodos prolongados de apreciación suelen seguir fases de consolidación o corrección.

Esto significa que, tras un aumento sostenido en los precios, el oro tiende a estabilizarse o incluso a experimentar descensos moderados mientras el mercado ajusta las valoraciones, por lo que es necesario ser cautelosos en el escenario actual.

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