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2024, un mal año. Pero 2025 no pinta mejor
El dato sobre el número de asegurados al Instituto Mexicano del Seguro Social para el cierre de diciembre pasado que esa institución reportó ayer 06 de enero, confirma que, lejos del escenario triunfalista que busca imponer el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, el año 2024 fue uno bastante malo para la generación de empleo en nuestro país. Los números no solo no mienten, sino que no permiten interpretaciones.
De acuerdo con lo reportado tanto por el IMSS como por la Secretaría del Trabajo, entre diciembre de 2023 y diciembre de 2024 se crearon en México solamente 213,993 empleos, lo que significó un crecimiento anual mediocre de apenas 0.97 por ciento. Es el cuarto peor desempeño anual desde 2003. Solo que hay que precisar que los otros peores desempeños corresponden a años en los que la economía mexicana sufrió choques importantes, como en 2020, con la pandemia del Covid, y el periodo 2008-2009, donde se combinó el choque provocado por la crisis financiera de las hipotecas en Estados Unidos y la crisis provocada por el virus H1N1.
En esos tres años, el mercado laboral registró un retroceso en comparación con el dato de diciembre del año previo. Eliminando esos tres años -porque se entiende el impacto negativo sobre la creación de empleos-, podemos afirmar que 2024 ha sido el peor año en términos de creación de empleo en nuestro país desde 2003, para un contexto en el que la economía no estaba en crisis.
Habrá que esperar el dato sobre el crecimiento de la economía, pero el mal dato sobre la creación de empleos formales en 2024 permite anticipar que el crecimiento anual del PIB no será mayor a 1.5%, lo que también significará un mal año para la economía mexicana, a pesar de que la narrativa desde Palacio Nacional nos quiera convencer de que estamos disfrutando de años de apogeo.
Bajo este preocupante escenario se presenta una perla de la forma improvisada en la que los gobiernos de la 4T pretenden instrumentar sus proyectos: el caso de Mexicana de Aviación. El domingo nos enteramos que la aerolínea anunciaba que dejaría de operar ocho de las 18 rutas que operaba hasta la semana pasada. Ayer en la conferencia mañanera, la presidenta pretendió desestimar cualquier observación crítica sobre el desempeño de la aerolínea, argumentando que se trataba de una revisión de su plan estratégico, lo que según es muy normal, según las palabras de la titular del Ejecutivo.
A las pocas horas de ese comentario, se reveló que el socio estratégico de Mexicana de Aviación, una aerolínea de alcance regional con una reputación que dista de ser ejemplar, se bajaba de la alianza con la aerolínea paraestatal, lo que implica el retiro de sus aeronaves de las distintas rutas operadas por Mexicana. Así que en realidad, algo no está saliendo como se planeó improvisadamente al momento de echar a andar el supuesto rescate de Mexicana. Porque no podemos aceptar que nos doren la píldora con que se trata de un procedimiento normal en cualquier aerolínea. Así no funcionan las aerolíneas exitosas. Aún cuando esté programado que Mexicana reciba su primer avión Embraer en mayo de este año, la abrupta disminución de rutas operadas es un signo de una operación deficiente, en la que operará con una capacidad mínima al menos durante cinco meses. Con ello, 2025 será otro año de pérdidas para Mexicana, para el Estado Mexicano, y por supuesto, para los contribuyentes.
Tampoco se puede dejar de mencionar el desempeño desfavorable que se observa en el ritmo de producción de petróleo crudo por parte de Pemex, a pesar de los cuantiosos recursos que el gobierno federal ha canalizado y que también ha sacrificado, por los impuestos que ha decidido dejar de cobrarle a la nuevamente empresa paraestatal.
No pinta bien el inicio de 2025, año de por sí complicado por lo que tradicionalmente se ha observado respecto del primer año de cualquier nueva administración presidencial. Por ello resulta pertinente plantear la pregunta: ¿en qué momento reconocerá la nueva administración que lejos de una bonanza, el país está atorado en una ruta que anticipa más inestabilidad que estabilidad?
*El autor es economista.