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8M y la tecnología
El 8 de marzo sigue siendo una fecha clave para volver a reflexionar sobre los avances y desafíos en la equidad de género. En el mundo de la tecnología, las mujeres están logrando grandes avances, pero aún queda mucho por hacer para un acceso más igualitario a sus productos, servicios y beneficios.
Las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), las telecomunicaciones y las plataformas digitales están liberando a las mujeres de formas sin precedentes.
Estas herramientas les permiten a ellas acceder a derechos y oportunidades para generar ingresos, desde la creación independiente de negocios en línea hasta el acceso a servicios de salud, educación y formación a distancia, sin los riesgos habituales que padecen.
Las mujeres pueden utilizar estas plataformas para aprender nuevas habilidades, conectarse con otras féminas para crear comunidades, crear lazos solidarios y compartir sus experiencias y casos de éxito.
Las políticas públicas deben estar encaminadas a evitar pérdidas económicas por una discriminación de género y apoyar a las mujeres emprendedoras, proporcionándoles financiamiento y recursos para invertir, contratar personal y ser jefas de sus proyectos.
Las TIC son una herramienta poderosa para combatir la discriminación y promover la igualdad de género. La tendencia es hacia mitigar la desigualdad en el acceso, uso y creación a partir de una inclusión digital integral que erradique los diferenciadores sociales: género, orientación sexual, raza, clase social y discapacidad.
Y es que todas esas brechas y violencias permanecen vigentes. Las mujeres tienen un acceso desigual a las infraestructuras y herramientas digitales en comparación con los hombres, debido a factores socioeconómicos, culturales o geográficos.
En ocasiones, las mujeres están en una posición desfavorable en términos de competencias digitales y uso de Internet para fines académicos, profesionales o productivos, lo cual limita las oportunidades que estas herramientas digitales ofrecen para el empleo y la generación de ingresos adicionales.
También es crucial que cada vez más mujeres y niñas tengan acceso a la tecnología y estudien las carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Quienes se desempeñan en estos campos pueden contribuir a la innovación tecnológica y al desarrollo económico y ser modelos a seguir para las futuras generaciones.
Tanto los sectores públicos como privados están en un proceso de aumentar la representación de las mujeres en la Industria 4.0, la Inteligencia Artificial (IA) y la programación.
Precisamente, en el terreno de la IA se promueve cada vez más un enfoque de género en la cadena de valor de su desarrollo para que estos sistemas trabajen por el bien de la humanidad, las personas, las sociedades, el medio ambiente y para prevenir daños.
Las mujeres y las niñas tienen 25% menos probabilidades que los hombres de utilizar la tecnología digital para fines básicos porque carecen de una alfabetización previa, cuatro veces menos de dominar lenguajes de programación y 13 veces menos de generar una patente tecnológica, precisamente porque su presencia es más limitada en esas disciplinas.
Las tendencias señalan que es necesario adaptar los planes de estudio para brindar a niños y niñas las competencias digitales que les servirán en las carreras del futuro. La educación para mujeres y niñas busca reducir las diferencias de género en las competencias digitales, necesarias para desempeñarse en cualquier ámbito.
Es igualmente importante que las mujeres tengan acceso a puestos directivos en empresas tecnológicas y de alta tecnología. La diversidad en los equipos de liderazgo favorece la innovación y las decisiones de negocio más equilibradas, así como conocer las necesidades de nuevos mercados.
No podemos dejar de ser conscientes de los riesgos que representa la tecnología en términos de violencia digital de género. El acoso en línea, la difamación y la violación de la privacidad son problemas graves a prevenir y abordar.
Las principales tendencias en el combate a la violencia digital de género son definirla y delimitarla, porque existen varios tipos de violencia digital como ciberacoso, amenazas directas, crímenes de odio y violaciones de privacidad. Las recomendaciones para erradicar esta lacra son la prevención, atención a las víctimas y persecución del delito, todo ello para crear un entorno digital seguro e inclusivo para todos.
Twitter: @beltmondi