Lectura 4:00 min
AMLO fue a revivir a Allende
Después de entregar el bastón de mando, AMLO pasó por Colombia y luego llegó a Chile para revivir a Salvador Allende.
Gabriel Boric lo trajo de regreso en una ceremonia de magia política en la que la presencia del mandatario mexicano le inyectó fuerza. Porque en palabras del chileno: “el sacrificio del presidente Salvador Allende trascendió las fronteras de este país, se volvió universal y eso es lo que representa la visita de un tan alto dignatario como lo es López Obrador”.
Suena bonito pero se ve más bonito cuando se observa la popularidad que contrasta entre AMLO y Boric. Porque mientras la del mexicano ronda en el 60% en su quinto año de gobierno, el chileno gobierna con un 55% de desaprobación, según la última encuesta de Latinobarómetro.
Parece que al que vino a revivir es a Boric a través de Allende y por eso es importante notar que López Obrador declaró que “el presidente chileno, Salvador Allende, que todavía gobierna con su ejemplo, es el dirigente extranjero que más admiro, que más sentimientos me genera”. Además, agregó que “fue un humanista, un hombre bueno, víctima de canallas” y aseguró que “la traición de Augusto Pinochet fue abominable, es una mancha que no se borra ni con toda el agua de los océanos”.
Mensaje sin duda dirigido a todos aquellos que piensen que quitar al ahora “heredero de Allende”, es la mejor salida para el momento por el que está atravesando el país.
Allende no renunció y lo pagó con su vida, tras rechazar la salida hacia el exilio que le ofrecían los militares. Aunque en un audio de las comunicaciones interceptadas aquel día a los golpistas se escucha cómo Pinochet le dice a otro oficial: “Se mantiene el ofrecimiento de sacarlo del país, pero el avión se cae, viejo, cuando vaya a volar”.
Tal parece que la muerte era su única salida y esto enmarca la encrucijada en que se encuentra en este momento el gobierno de Boric con una polarización notable.
Kast, el excandidato presidencial del Partido Republicano, y los legisladores de su partido. Así como también Chile Vamos, la coalición opositora de derecha de la que forman parte la Unión Demócrata Independiente (UDI) –partido de origen pinochetista– o Renovación Nacional (RN), no han dejado de bombardearlo por la conmemoración de este aniversario.
La semana pasada varios parlamentarios derechistas abandonaron el pleno de la Cámara de Diputados durante el homenaje a tres legisladores detenidos y desaparecidos durante la dictadura.
El Partido Republicano controla un tercio de los escaños del Consejo Constitucional, la asamblea constituyente que actualmente lleva a cabo el segundo intento de redacción de una nueva Carta Magna, tras un primer proyecto rechazado en un plebiscito en el 2022.
Aun así, Boric ha logrado sentar a sus cuatro predecesores vivos y lograr que firmen una declaración en defensa de la democracia en la que se comprometen a “cuidar y defender la democracia, respetar la Constitución y el Estado de derecho” protegiendo “esos principios civilizatorios de las amenazas autoritarias, de la intolerancia y del menosprecio por la opinión del otro”, y también a la “defensa y promoción de los derechos humanos”.
Parece un seguro de vida ante tanta polarización que se refleja en el 33% de los chilenos que creen que el golpe era necesario y en el 31% que responsabiliza del alzamiento militar al propio Allende, según una encuesta de Fundación Activa.
Además de AMLO, los presidentes de Colombia, Uruguay y el primer ministro de Portugal, António Costa, también asistieron.
El último en salir, apague la luz.
Twitter: @StephanieHenaro