AMLO y la pausa de los seis años con España

No es necesaria la lectura entre líneas: el presidente de México no esconde el deseo de mantener en frío su relación con España.

El pasado jueves 12 de octubre el embajador español Juan Duarte organizó una recepción a la que acudieron 1,500 personas, según reporta la nota de Begoña Ayuso en España Exterior.

El gobierno de AMLO envió a un par de funcionarios de nivel regular. A uno de ellos lo reconocí porque no falta a ninguna convocatoria festiva. Es el mismo que hace tiempo, y con sonrisa en la boca, abrazó a Díaz-Canel escribiendo en X que los funcionarios de ambos países trabajan conjuntamente para mejorar la vida de sus pueblos. Una broma que ningún iniciado en diplomacia se hubiera atrevido a formular. El humo de la pistola sobre las manos de Díaz-Canel aún no se disipaba luego de la represión ordenada por el dictador en contra de cubanos.

AMLO ha creado una categoría diplomática llamada “pausa” con la que muestra desdén a quienes considera sus “adversarios”; una especie de medalla de barro para demostrar que preserva la relación, pero que no le alegra.

A este tipo de eventos organizados por embajadas europeas no suele participar la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Carmen Romero Toscano. Quien sí iba con mucho ánimo era Martha Delgado, y siempre trataba de vender la idea de que su jefe Ebrard y ella articulaban una política exterior feminista. Otro chiste, como el dicho por el aprendiz de burócrata. El Gobierno de AMLO carece de una política exterior feminista.

El trabajo de Delgado en Relaciones Exteriores fue de naturaleza publicitaria. Se le recuerda viajando a un aeropuerto de China para tomarse fotos junto a cajas de cubrebocas.

España no es cualquier país para México. Antes de que llegara AMLO a la presidencia eran dos países aliados. Muy cercanos. AMLO, como todo populista, es revisionista. Dedica el tiempo libre a revisar los tiempos bíblicos de la relación bilateral.

AMLO mantiene en pausa su relación con España. Posiblemente esa fue la razón para enviar a Quirino Ordaz como su embajador personal. Sin experiencia diplomática, Ordaz practica el golf en Madrid con entusiasmo.

Los amigos de AMLO son los podemitas Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero. Los mismos que no dejan dormir al presidente Pedro Sánchez.

Monedero vino a México para asesorar al precandidato Adán Augusto López; Iglesias visita Palacio Nacional para felicitar a AMLO por su protesta contra el Rey Felipe VI.

Fuera máscaras. Irán le financió un programa de televisión a Iglesias, y la Cadena SER ya le cortó el contrato de colaborador. Ahora, hay que ponerse a trabajar.

La pausa de los seis años, con España.

@faustopretelin