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Opinión

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Actualización de la inflación en México

Hay cosas conocidas y cosas desconocidas, y en medio están las puertas de la percepción.”

Aldous Huxley, escritor y filósofo británico.

El Inegi publicó la información del Índice de Precios al Consumidor que, con datos a septiembre, registran una continuación de la tendencia de caída de la inflación que se ha presentado desde enero de este año.

Con el dato de septiembre la inflación general anual se ubica en 4.45%, desde un máximo que alcanzó en agosto y septiembre del año pasado de 8.7% en cada uno de esos meses. Esto implica una reducción a prácticamente la mitad de la inflación más alta observada, y acercándose al rango de la inflación objetivo, establecida por el Banco de México, que es de 3%, más menos 1% (entre 2 y 3 por ciento).

Preocupa aún a Banxico y analistas, que la inflación subyacente se encuentra 1.31 % por encima de la inflación general, en 5.76 por ciento. La preocupación deriva de que, la inflación subyacente es aquella que resta la inflación, los componentes de productos y servicios que, o bien tienen comportamientos estacionales de subida y bajada de precios muy pronunciados, como productos agropecuarios y, de productos y servicios que tienen un precio o tarifa regulada por el gobierno, como energéticos (gasolina y electricidad).

La inflación subyacente mide el comportamiento más central de la trayectoria de los precios en una economía y, bajo esta medida, la distancia con el objetivo de inflación es aún mayor. Dentro de los componentes de la inflación subyacente, las mercancías tienen un comportamiento todavía mayor con 6.2%, mientras que la de servicios alcanzó el 5.23 por ciento.

Aunque es más difícil que nunca tener certeza en el comportamiento futuro de variables económicas, parecería existir el consenso de que Banxico ha interrumpido el ciclo de alza de las tasas, como mecanismo para controlar la inflación. Donde existe disparidad de visiones es en cuánto tiempo tardará el Banxico en empezar a ajustar hacia la baja la tasa de referencia.

Para algunos, el Banco de México podría empezar a hacer recortes a principios del próximo año; pero lo más probable es que el periodo de tasas altas (con algún ajuste intermedio) se mantendrá hasta la mitad del próximo año y su trayectoria de descenso será más lenta de lo que ha ocurrido en periodos de alza y reducción de tasas del pasado.

Muchas personas consideran que el dato de inflación es irreal, porque perciben que el incremento de los productos y servicios que ellos adquieren es mucho mayor a 4.45 por ciento. Su percepción es correcta, pero no porque el cálculo de la inflación sea erróneo, sino porque hay que recordar que el índice de inflación se construye midiendo periódicamente la variación de los precios una canasta de productos y servicios, que reflejan el consumo promedio de los hogares en el país (que incluye productos tan diversos como los agropecuarios - frutas y legumbres-, las tarifas de telefonía celular, las colegiaturas o los boletos de avión, además de la gasolina y la energía eléctrica entre cientos de productos más ).

Esa canasta promedio, en muchos casos, puede no reflejar el patrón de consumo específico que una familia tiene y, consecuentemente, su percepción del crecimiento de los precios puede ser completamente diferente.

Este factor de percepción no es menor, porque en muchos casos determina el comportamiento futuro de las decisiones y que inciden en un elemento denominado “expectativas de inflación”. Cuando los así llamados “agentes económicos” tienen expectativas de inflación alta, toman decisiones en el presente que alimentarán un crecimiento mayor de los precios en el futuro y consecuentemente, su propia percepción genera una inflación mayor.

De ahí la importancia que la inflación converja hacia niveles menores de manera sostenida, para que alimente una percepción de estabilidad de precios. Recordando además que esto no implica que los precios bajen, lo que baja es la tasa a la que aumentan.

Muchas personas consideran que el dato de inflación es irreal, porque perciben que el incremento de los productos y servicios que ellos adquieren es mucho mayor a 4.45%. Su percepción es correcta, pero no porque el cálculo de la inflación sea erróneo.

raul@martinezsolares.com.mx

El autor es politólogo, mercadólogo, financiero, especialista en economía conductual y profesor de la Facultad de Economía de la UNAM. CEO de Fibra Educa y Presidente del Consejo para el Fomento del Ahorro Educativo.

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