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Adiós, lunes negro; bienvenidos a un semestre de turbulencias
El lunes 5 de agosto fue negro, pero ya se acabó. Dejó cicatrices, frases célebres y lecciones, quizá. Enfrente de nosotros tenemos un semestre que será muy retador. Podríamos compararlo con un vuelo por una ruta llena de turbulencias, hacia un aeropuerto a medio construir... o con un campo minado.
Empezaré con un listado de los eventos relevantes que sabemos que ocurrirán en la segunda mitad del año. Tendremos decisiones de política monetaria, la definición del presupuesto 2025, la inminente aprobación de las reformas que incluye el Plan C, el fin del sexenio de AMLO, la toma de posesión de Claudia Sheinbaum y nueve gobernadores y las elecciones en Estados Unidos.
El Banco de México anunciará su decisión de política monetaria mañana 8 de agosto. Es la quinta del año y, por lo pronto, es la más complicada desde que Victoria Rodríguez Ceja asumió la máxima posición del banco central. Puede dejar las tasas en 11.00 o bajar un cuarto de punto. Lo más probable es que no haga movimientos, porque la inflación está en plan indomable y el tipo de cambio ha acumulado una depreciación de casi 14% en nueve semanas. Hay quienes esperan y presionan para que haya una baja de tasas. La economía se está desacelerando y los costos financieros no han tenido el descenso que se esperaba en el 2024. El gobierno federal gastó un poco más de 600,000 millones de pesos en el servicio financiero de la deuda en el primer semestre.
La decisión para el Banxico es difícil, así serán todas las que vienen. Habrá que estar atentos a lo que haga la Reserva Federal de Estados Unidos. Para el Banxico, quedan tres reuniones en el 2024: el 26 de septiembre, el 14 de noviembre y el 19 de diciembre.
En septiembre, el Legislativo discutirá la reforma al Poder Judicial y la desaparición de los órganos autónomos. ¿Cuántos legisladores tendrán Morena y sus aliados? El Tribunal Electoral deberá tomar la decisión acerca de la sobrerrepresentación en agosto. De esa decisión, depende la correlación de fuerzas que tendrá el Congreso de la Unión. Una mayoría calificada de Morena en plan aplanadora preocupa a los mercados. Es el cambio a las reglas del juego y la desaparición de los contrapesos conocidos. Ese es uno de los factores que explica la depreciación del peso. Estaba en 16.92 a fines de mayo y ahora estamos en 19.40. ¿Qué pasará si se aprueba el Plan C en su versión más radical? ¿Cómo reaccionarían los mercados en caso de que aparezca una propuesta más moderada? Por lo pronto, los mercados están digiriendo los escenarios. Sospecho que tienen dispepsia.
¿Qué papel jugará AMLO en el próximo sexenio? Esta es una de tantas incógnitas que empezarán a despejarse en octubre cuando Claudia Sheinbaum tome posesión. Su agenda es de continuidad, pero hay la promesa de un enfoque más técnico de cara a los grandes retos. Los primeros días serán claves para entender cómo será el próximo sexenio. Una agenda ambiciosa se enfrentará con limitaciones presupuestales y desafíos de gobernanza. Los primeros actos y gestos de la presidenta podrían contribuir a calmar los ánimos... o a avivar el nerviosismo. No podemos subestimar la irracionalidad de los mercados. Tampoco sobreestimar la racionalidad de nuestra clase política.
¿Cómo será el presupuesto 2025? La ratificación de Rogelio Ramírez de la O garantiza experiencia y sensatez en la propuesta que saldrá de la Secretaría de Hacienda. Hay el compromiso de bajar el déficit público desde 6 hasta 3 o 3.5% del PIB. Es un recorte de 1 billón de pesos, quizá mayor, para el primer año de gobierno de Claudia Sheinbaum. Misión complicada, porque ella ha anunciado ampliación de programas sociales, la continuidad de los apoyos a Pemex y el arranque de algunas obras de gran impacto, como los ferrocarriles. No será fácil encontrar el balance entre ingresos y gastos ni el equilibrio entre las restricciones financieras y las presiones de los aliados políticos. No hay espacio para relajarse en el cumplimiento del compromiso de reducción del déficit. En juego está la calificación de la deuda del gobierno mexicano y las tasas de interés que tendrá que pagar México en el futuro próximo.
¿Cómo nos afectará la elección de Estados Unidos? México es el país que enfrenta el mayor riesgo, en caso de que Donald Trump gane la Presidencia. El cálculo es de The Economist Intelligence Unit. Con el republicano, abundarían las situaciones difíciles: migración, fentanilo, comercio binacional y relación con China. No es seguro que gane Trump, porque Kamala Harris ha conseguido plantarse como una candidata competitiva. El problema es que Kamala tampoco será una perita en dulce para México. Ella votó en contra del T-MEC y, en general, tiene una posición dura en temas sensibles de la relación bilateral: migración, fentanilo y medio ambiente. Gane quien gane habrá presiones para México. En juego está la revisión del T-MEC para el 2026 y muchas cosas más. Ayuda tener a Juan Ramón de la Fuente en la cancillería y a Marcelo Ebrard en Economía, pero lo único que tenemos garantizado es que habrá tormentas fuertes y sequías.
Los hechos y eventos que mencioné están anotados en el calendario. Tendremos también acontecimientos de gran impacto que, por definición, son imposibles de predecir: fenómenos naturales, como huracanes o sismos; eventos extremos de violencia política o incidentes médicos de personajes muy relevantes; sucesos geopolíticos, por ejemplo, una nueva guerra.
Toco madera, porque no quiero que ocurra. Estoy consciente de que siempre pasa algo inesperado que mueve el tablero. En 2020 estalló la pandemia; en 2022, la invasión rusa a Ucrania; en el 2023, el huracán Otis y el ataque de Hamás en territorio israelí. El 2024 tuvimos el atentado fallido contra Trump. Estamos viviendo el año con temperaturas más altas desde que hay registro. Esto es literal, pero también metafórico.
