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Banxico, tasa-inflación y mucho más
Debe ser el cambio climático porque en plena época de invierno de la alta inflación se empieza a escuchar el zureo de algunas palomas que ya quieren iniciar con un relajamiento de la política monetaria.
La más reciente minuta de la Reunión de la Junta de Gobierno del Banco de México, con motivo de la decisión de política monetaria, como todas, borra los nombres de sus participantes para no estigmatizarlos con sus opiniones.
Sin embargo, acaba por ser un documento lo suficientemente transparente para aquellos que conocen quiénes son y de dónde vienen los tomadores de decisiones del banco central.
Un elemento básico para entender la complejidad que tiene en este momento la Junta de Gobierno para tomar decisiones hacia adelante, la aporta UNO de sus integrantes cuando reflexiona sobre el nivel de restricción que se ha alcanzado con una tasa de referencia que está más de dos veces por arriba del nivel inflacionario.
En el pasado, dice este banquero central, cuando la inflación ha estado por arriba de 4%, la brecha de la tasa real ha sido, en promedio, menor a una vez la brecha de inflación.
Sí que le sale caro al país que la tasa interbancaria haya subido hasta el nivel actual de 11.25 por ciento. Un incremento más que pronunciado que tuvo que suplir la falta de una comunicación mucho más efectiva por parte del Banco de México para que los mercados pudieran creer en la intransigencia antiinflacionaria de la Junta de Gobierno, pero a un costo menor.
Hay al menos un par de banqueros centrales que se ven más animados con empezar ya con una baja pequeñita del costo del dinero durante la reunión de marzo próximo, porque ya ven margen de dar ese mensaje tras los recientes datos de la inflación general y la inflación subyacente. Como si quisieran mandar un mensaje conciliador a alguien.
De hecho, ayer que se conocieron los índices inflacionarios de la primera quincena de febrero y esta minuta, la reacción del mercado cambiario fue una ligera pero notoria depreciación del peso frente al dólar anticipando que pudiera, efectivamente, darse una primera baja, ajuste fino dicen algunos, en la reunión que viene en menos de un mes.
Otro banquero central hace una reflexión sobre estos temas que superan la relación lineal entre tasas de interés y nivel inflacionario.
Su primera advertencia es que la inflación no subyacente se pudiera estabilizar en niveles superiores a los previstos, pero también habla de una economía mexicana que sea más resistente a lo pensado y que eso tampoco ayude a una desinflación sostenida.
Pero hay un factor que tiene que considerarse con atención y es que sí hay anticipos de episodios de depreciación del peso frente al dólar durante este año, entre otras cosas por el proceso electoral.
Al Banco de México no le toca ni cuidar que la economía crezca, ni perseguir una determinada paridad cambiaria, pero sí es importante que, dentro del mar de incertidumbre la política monetaria no abone a la especulación.
Desafortunadamente la tasa de interés es muy alta, pero acercarla a la neutralidad es un trabajo que requiere mucho cuidado por parte de la Junta de Gobierno del Banco de México, sobre todo porque hay mucha tensión en el ambiente.
Hay al menos un par de banqueros centrales que se ven más animados con empezar ya con una baja pequeñita del costo del dinero durante la reunión de marzo próximo.