Bubblegum Masterpieces: La subversión del arte neo-pop por Brigitte Briones

Inspirada e identificada con Richard Hamilton, Eduardo Paolozzi, Andy Warhol, Roy Lichtenstein, Jasper Johns, Robert Rauschenberg, Claes Oldenburg y James Rosenquist, Brigitte Briones (México,1982) busca diluir las líneas divisorias  entre el “arte elevado" y la "cultura baja", el hecho de que el  arte puede ser accedido de cualquier fuente ha sido una de las características más influyentes de la artista mexicana. 

De un espíritu bullicioso y con una alma libre, Brigitte hace una crítica social al consumismo y a los protocolos de “comportamientos apropiados” en donde explora temas relacionados con la cultura de masas, la publicidad, los productos comerciales y el consumismo.

"Bubblegum Masterpieces" es una travesía  por la mente e ingenio tenue de Brigitte, quien irrumpe y replantea algunas de  las grandes obras de la historia del arte, desde "La Creación" de Miguel Ángel hasta "Los Amantes" de René Magritte, y desde "La Joven del arete de perla" de Johannes Vermeer hasta "El David" de Miguel Ángel; una serie de León Trotsky vistos en distintos matices con sus lentes rotos; una escena de box entre Mike Tyson y Mayweather; un Emiliano Zapata contemporáneo quien en esta ocasión crea bombas  pacíficas y rosadas con un chicle (seguramente sugar free y de alguna compañía nacional). 

El chicle, elemento principal de la exposición temporal del Museo Casa León Trotsky,  ha sido asociado con la cultura de masas y el consumo debido a su popularidad y disponibilidad generalizada; producto accesible y ampliamente consumido, relacionado con la infancia, la diversión y la indulgencia.

En el contexto de la cultura alta y baja, el chicle representa una fusión entre dos mundos aparentemente opuestos. La cultura alta, asociada con la sofisticación y las normas establecidas, a menudo se considera inaccesible para aquellos que se identifican con la cultura baja, más popular y arraigada en lo cotidiano. Sin embargo, el chicle trasciende estas divisiones y puede convertirse en un punto de encuentro.

El chicle, con su naturaleza pegajosa, se adhiere a ambos grupos culturales, rompiendo las barreras de exclusividad y elitismo. En este sentido, el chicle puede considerarse una manifestación de la democratización del arte.

En última instancia, el chicle pegajoso se revela como una poderosa alegoría de unión. Al unir a dos personas u objetos (lentes de Trotsky) a través de una experiencia compartida y al desafiar las divisiones entre la cultura alta y baja, el chicle trasciende su forma física para convertirse en un símbolo de conexión humana y de apertura hacia nuevas formas de expresión artística.

En un mundo que a menudo se encuentra dividido por barreras sociales y culturales, el chicle nos recuerda la importancia de buscar puntos en común y valorar las experiencias compartidas. Como una alegoría de unión, el chicle nos invita a repensar nuestras percepciones. 

En esta serie provocativa y jovial, Brigitte Briones lleva a cabo una sátira audaz y divertida de algunos  icónicos símbolos de la cultura mundial a través del movimiento artístico neo pop. Con su enfoque distintivo, Briones reinterpreta obras maestras pictóricas y escultóricas que han prevalecido el transcurso de los siglos enfrentándose a su formalidad y culto.

En sus inicios, los artistas pop parecían abrazar el auge de la industria manufacturera y mediática que siguió a la Segunda Guerra Mundial, hoy en día,  las guerras continúan, no necesariamente tienen que ser Rusia, Ucrania, Siria, Yemen…. sino las batallas que día a día la población enfrenta ya sea con el consumismo y la presión social, un sin fin de razones: llámesele status, belleza, riqueza económica y hasta la riqueza espiritual….

Bubblegum Masterpieces, bajo la curaduría de Darío Ortíz, se presenta hasta el 11 de junio en la Casa Museo León Trotsky en Coyoacán presentado por Picturis. Artists’ Container y Secretaría de Cultura.