CNA reuniones con gobierno para garantizar abasto frente a crisis social

Al evolucionar la crisis del Covid-19 queda claro que tomará más de un mes controlar los contagios, máxime que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador inició tarde el aislamiento.

No es difícil pensar que el freno para la economía se extenderá a junio con el impacto a empresas y empleo. Para muchos rubros habrá un antes y después.

Amén de los fallecimientos, quizás el peor rostro de la inédita coyuntura es la destrucción de las fuentes de trabajo. Con un PIB que en el mejor de los casos caerá 8% y sin apoyo gubernamental, el desplome será el peor de los últimos 25 años.

Para muchos será aún más doloroso, dado que se viene de un ciclo a la baja por la desconfianza y que se expresa en 11 meses de caída de la inversión y la generación de sólo 342,000 empleos en el 2019.

Según el IMSS, que lleva Zoé Robledo, sólo en marzo ya se perdieron 130,593 trabajos, y en el trimestre, la creación se acotó a sólo 61,501 plazas.

Para el 2020 se estima que se perderán 1.7 millones de empleos, no lejos de 1995, pero sin las medidas anticíclicas que entonces implementó el gobierno de Ernesto Zedillo.

Además, considere que 60% del empleo es informal y que éste también se verá afectado. Al lastimarse el consumo, no hay manera de que permanezca intocado. Hay el riesgo de que la crisis sanitaria derive en otra de carácter social.

En el CCE, de Carlos Salazar, hasta ahora incapaz de lograr resultados para la IP, hay preocupación para lo que hace a la seguridad ligada al abasto, máxime los recientes robos contra afiliados a la ANTAD, de Vicente Yáñez.

La cadena de suministro llega hasta el campo, de ahí las gestiones que realiza el CNA, de Bosco de la Vega, para que el gobierno se anticipe a las amenazas derivadas del entorno. El titular de la Sader, Víctor Villalobos, conoce la preocupación de la IP y, de hecho, esta semana habrá una reunión para establecer estrategias que garanticen el suministro de alimentos.

Estarán también ANTAD, Canacar, de Enrique González Muñoz, y la AMF, a cargo de José Zozaya. Participaría la SSP, de Alfonso Durazo, y hay la intención de lograr pronto otros encuentros con Luis Cresencio Sandoval, de Sedena, y Marcelo Ebrard, de la SRE.

Así que frente al negro panorama mejor anticiparse.

Alcalde batalla perdida frente a despidos

Como sabe, la STPS, de Luisa María Alcalde, expuso a muchas empresas que recortaron a su personal. Más allá de la falta de solidaridad que puede cuestionarse, en lo legal dicha dependencia no tiene grandes argumentos para revertir éstas y otras decisiones que vendrán en breve. Tras la situación de fuerza mayor por la crisis sanitaria que ya se decretó, aplican los artículos 427 y 429 de la Ley Federal del Trabajo. En ese sentido ante posibles sanciones, habrá cantidad de juicios que de antemano perderá la autoridad.

Ausente banca de fomento y Banobras acotado

En la coyuntura la banca de desarrollo está desaparecida. De por sí por años, Nafin y Bancomext, que lleva Carlos Noriega, estuvieron lejos de las expectativas. Ahora deberían tener un papel esencial en la crisis. Es el mismo caso de Banobras, que dirige Jorge Mendoza Sánchez. Su papel va a la baja, aunque habrá que reconocer que no siempre por su quehacer interno. Para el Tren Maya, a cargo de Rogelio Jiménez Pons, buscó un rol más dinámico en el financiamiento, pero se sabe que la SHCP, de Arturo Herrera, lo acotó sólo al apoyo de proveedores. Como quiera, hoy más que nunca urge que aparezca la banca de fomento.

Jaime Ruiz Sacristán: QEPD

Jaime Ruiz Sacristán, presidente de la BMV, no era muy dado a los reflectores. Era, sin embargo, querido en el gremio financiero y reconocido. Se le extrañará.