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COVID-19 entra a la segunda fase
La pandemia del coronavirus se encuentra en la segunda fase, el contagio comunitario es inminente.
El miedo desinformado se apodera de algunas personas; para otras simplemente es una exageración; otras piensan que es un dato de las teorías conspiracionistas para sacar ventajas económicas; hay quienes se inclinan por una venganza del planeta por la explotación desmedida.
En tan solo dos meses y medio, en 140 países hay más de 160 mil infectados, los muertos superan ya la cifra de los 5 mil, la saturación de noticias hace pensar que el coronavirus tiene siglos, en realidad es muy reciente.
Hemos visto como los gobiernos de los países equivocaron las medidas para contener la propagación; constatamos como los ciudadanos del mundo tomaron a la ligera las recomendaciones sanitarias; atestiguamos la incapacidad de los gobiernos, como el nuestro, que no aprendieron de los errores ajenos. Hasta ahora cada crisis que enfrentó la 4T, nos deja la duda muy razonable de que pudo manejarse mejor.
Las cifras de los contagiados en nuestro país parecen un oasis respecto de las cifras globales, maquillaje oficial o espejismo social. Lo cierto es que países como Argentina y Venezuela con menos casos de contagio cerraron fronteras para evitar que portadores del virus ingresen a sus territorios.
En México nadie toma en serio la pandemia: los ciudadanos acuden a reuniones sociales y conciertos; las tiendas de autoservicio no proporcionan equipo de protección a su personal; restaurantes sin medidas de higiene adecuadas; hospitales sin equipo de protección y detección y; por supuesto, el gobierno fue omiso en tomar medidas de prevención y control.
Querido lector, lo cierto es que nadie nos va a cuidar, los ciudadanos tenemos que hacer nuestra parte “evitar salir de casa” y seguir las recomendaciones sanitarias, vimos filas para comprar papel de baño, a nadie se le ocurrió comprar libros o materiales de oficina. Hasta la próxima querido y sano lector, extreme precauciones la cuarentena acecha.
Palabras Llanas
Un homenaje para los héroes anónimos que son los encuestadores del INEGI, quienes sufren de todo para llevar a cabo su labor, Julio Santaella presidente del INEGI debe estar orgulloso. Todo un ejemplo José María Mendoza, quien a través de su cuenta de Facebook @SewaJuyyapo, relata la brega diaria de un encuestador en la región mayo, e invita a que: “abran la puerta a los entrevistadores para que terminen antes de llegue el coronavirus”.