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Opinión

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Caso Colosio: un despropósito

En marzo de 2019 se pretendió la reapertura del caso Colosio con el pretexto de que familiares de Aburto afirmaban que el asesino confeso y sentenciado es “inocente” y que fue bajo tortura que aceptó el crimen. AMLO ordenó que la Secretaría de Gobernación atendiera a los familiares, pero Olga Sánchez Cordero concluyó que no existen elementos suficientes nuevos para reabrir el caso y desechó la petición.

Ahora se da una instrucción desde Palacio Nacional a la FGR de reabrir el caso, ya que repentinamente se dice que “sí hubo un segundo tirador, Jorge Antonio Sánchez, agente del Cisen, el cual fue encubierto por Genaro García Luna, en ese entonces Subdirector de Operaciones del Cisen”. En la fantasiosa trama de AMLO, digna de un guion para Netflix, se arma una conspiración donde García Luna emprende una misión secreta a Tijuana para rescatar a su agente. Ahora la FGR lanzó una solicitud para aprehender a Sánchez, pero un juez federal negó librar la captura por falta de elementos.

Cuatro fiscales especiales han revisado el caso: Miguel Montes (marzo-julio de 1994), Olga Islas (julio-noviembre de 1994), quien realizó una debida acusación de homicidio a Aburto y lo sentenció a 45 años de cárcel, y el inefable Chapa Bezanilla (diciembre 1994-agosto 1996), que retomó lo del complot y el segundo tirador, y detuvo a Othón Corté como el autor de ese disparo. Nada de lo dicho por Chapa se sostuvo en tribunales, Othón fue liberado y Chapa despedido en medio de un gran descrédito.

Es cuando Zedillo designa al cuarto fiscal, Raúl González Pérez (septiembre 1996-noviembre 2000). Con base en un exhaustivo, diligente y cuidadoso trabajo de casi cuatro años, se cerró el caso y se concluyó que Aburto fue el asesino solitario que realizó los dos disparos. La seriedad de este trabajo se plasmó en un informe con un expediente de 174 tomos con 1,993 declaraciones de testigos. Se hizo una antología de esos tomos publicados en cuatro volúmenes que abarcan 2,033 páginas. Son accesibles para el público (web de la FGR o a través de la revista Nexos). Vale la pena ojear los cuatro volúmenes: El primero es “El crimen y sus circunstancias” (12 capítulos, 624 páginas). El segundo, “El autor material” (5 capítulos, 572 páginas). El tercero, “Posibles cómplices y encubridores” (3 capítulos, 350 páginas). El cuarto, “Entorno político y narcotráfico” (4 capítulos, 487 páginas).

Adicionalmente en enero de 2019 un juez concedió la petición a Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad de desclasificar y revocar la reserva que era hasta 2035, y hacer público el expediente completo del proceso penal condenatorio contra Aburto en 1994. El expediente tiene más de 9,000 hojas, fotografías y videos. Puede descargarse en: contralacorrupcion.mx/Colosio

Con toda esta gran evidencia pública resulta ridículo, por decir lo menos, que se pretenda reabrir el caso desestimando el informe de González Pérez. Es una más de las cortinas de humo que le gustan a AMLO para distraer la atención para que no se hable de los hechos graves de su fracasada Presidencia.

X: @frubli

Economista egresado del ITAM. Cuenta con Maestría y estudios de doctorado en teoría y política monetaria, y finanzas y comercio internacionales. Columnista de El Economista. Ha sido asesor de la Junta de Gobierno del Banxico, Director de Vinculación Institucional, Director de Relaciones Externas y Coordinador de la Oficina del Gobernador, Gerente de Relaciones Externas, Gerente de Análisis Macrofinanciero, Subgerente de Análisis Macroeconómico, Subgerente de Economía Internacional y Analista.

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