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Opinión

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Chalco, la síntesis del régimen

En esa zona del oriente del Estado de México donde está Chalco de Díaz Covarrubias, donde 2,000 viviendas están afectadas por las inundaciones, 7,600 personas han sido afectadas de forma directa y más de 140,000 personas de forma indirecta, ahí, Morena arrasó en las elecciones locales del 2023 y las federales de junio pasado.

A esa zona sí fueron los políticos a hacer campaña, pero ahora regatean regresar como autoridades para cumplir con su deber.

En esa zona del país, como en tantas otras, se repite el mismo fenómeno social en el que este régimen canceló las inversiones sociales en servicios médicos, escolares, urbanos y demás, para sustituirlo con dádivas asistencialistas.

Es un hecho que esas zonas lacustres desecadas de Chalco de Díaz Covarrubias nunca debieron ser pobladas, porque si bien los asentamientos humanos en la zona son de origen prehispánico, si buscamos el origen de los asentamientos masivos en zonas inapropiadas va de la mano de los populismos del viejo PRI del siglo pasado.

El punto es que esas zonas hoy están repletas y no se ha dado mantenimiento a los sistemas de mitigación de las inevitables inundaciones que sí se hicieron en gobiernos anteriores.

El total de la inversión del gobierno federal de Andrés Manuel López Obrador para mantener y crear nueva infraestructura para evitar estas inundaciones en la Zona Metropolitana del Valle de México es de cero pesos. 

Y, claro, la excusa de López Obrador es que los gobiernos neoliberales no invirtieron en infraestructura hidráulica para esa zona, algo que es claramente falso, pero que su feligresía se lo cree.

Todavía el gobierno mexiquense de Alfredo del Mazo invirtió en el llamado Colector Solidaridad, llegó el nuevo gobierno y detuvo las obras desde el año pasado.

Cuando finalmente se decidió a ir, la gobernadora morenista del Estado de México, Delfina Gómez, recurrió al discurso de responsabilizar a la gente por tirar basura.

Cierto, pero también es verdad que, ante la realidad de esa conducta social, los gobiernos del Estado y el Federal hacían una campaña de retiro de basura de los colectores y eso no sucedió.

Ya con el agua pestilente afectando a miles de personas, este gobierno no decretó una emergencia sanitaria porque simplemente no hay recursos para atender emergencias. El Fondo de Desastres Naturales también fue desmantelado por el régimen y las víctimas quedan a merced de la voluntad presidencial.

Y en este caso, López Obrador decidió dejar a estas personas a su suerte. Decidió no visitar a las víctimas para “cuidar su investidura presidencial”. Porque visitar gente inundada en agua podrida mancha su investidura, saludar a la madre del Chapo Guzmán, no.

Lo que sucede en Chalco es una síntesis de lo que ha ocurrido en esta administración, gente pobre usada como tropas electorales, desvío del gasto social hacia programas asistencialistas, falta de acción preventiva ante eventos tan probables como la inundación de Chalco, autoridades pasmadas ante la emergencia y un desdén del Presidente para que no lo critiquen sus adversarios.

Además de una población inundada, damnificada, robada, enferma que no es capaz de identificar a los responsables políticos de lo que hoy les sucede.

Ya con el agua pestilente afectando a miles de personas, este gobierno no decretó una emergencia sanitaria porque no hay dinero.

ecampos@eleconomista.mx

Su trayectoria profesional ha estado dedicada a diferentes medios. Actualmente es columnista del diario El Economista y conductor de noticieros en Televisa. Es titular del espacio noticioso de las 14 horas en Foro TV.

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