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Ciudad y competitividad
Desde hace tiempo, la ciudad construye condiciones para mejorar la calidad de vida y la actividad económica, y con ello el bienestar social; la pregunta hoy, es qué hace falta para generar nuevos motores económicos.
El tema de la economía de la Ciudad de México ha sido bandera de la y los candidatos. La ciudad muestra una fuerte recuperación posterior a la crisis derivada del Covid, que evidentemente causó un daño terrible a una economía en la que los servicios son tan importantes. En 2023 la economía capitalina creció 4.3% y el empleo alcanza ya los niveles previos a la pandemia. El Instituto Mexicano de Competitividad (IMCO), considera a la capital como la entidad más competitiva del país. Se trata de la mejor conectada, la que ofrece más servicios financieros, la de mayor grado de escolaridad, una de las que ofrece mejor ingreso promedio a los trabajadores, la de mayor porcentaje de mujeres que participan en la actividad económica, la de más alto número de camas de hospitales y personal médico por habitante, y en donde la deuda es barata y los ingresos propios altos. Desde hace tiempo, la ciudad construye condiciones para mejorar la calidad de vida y la actividad económica, y con ello el bienestar social; la pregunta hoy, es qué hace falta para generar nuevos motores económicos. La respuesta puede estar en lo que, también de acuerdo al análisis del IMCO, otras entidades hacen mejor.
Una clara área de oportunidad son las actividades de innovación y desarrollo, en dónde destacan entidades como Nuevo León, Coahuila o Chihuahua, ligadas claramente los procesos productivos de América del Norte, de alta complejidad, y a los que se conocen como nearshoring. La economía de la capital es la más diversificada, pero no genera innovación, de hecho es superada en temas como el número de patentes registrados. La ciudad también puede servir para exportar y para ofrecer servicios de logística, financieros, de programación y de análisis de datos ligados a América del Norte. La candidata Clara Brugada ya ha presentado una propuesta que se basa en el potencial de la Zona Industrial de Vallejo y la aduana de Pantaco como centro de logística, de capital humano y de industria de alta tecnología ligada a la exportación a Norteamérica. Actualmente solamente el 2% del PIB de la ciudad se exporta, eso definitivamente representa un reto, cuando se trata de nodo mejor comunicado del país.
El otro tema que llama la atención de la economía de la Ciudad de México son las brechas salariales. No las de género, esas son las menores de todo el país. Se trata de una de las entidades con mayor ingreso promedio, sin embargo, un número importante de personas ganan menos de dos salarios mínimos, las jornadas laborales son altas y también la informalidad. Eso puede mejorar con continuar con políticas de movilidad más efectivas, pero también de formación y capacitación en habilidades de mayor valor en el mercado laboral, así como la creación de empleo en servicios de alto valor, como los ligados al conocimiento, y en actividades industriales de alto contenido tecnológico. También se requiere facilitar el emprendimiento de empresas tecnológicas y trabajar con los sectores informales para mejorar sus condiciones, pero también para facilitar la transición a la formalidad de una franja de ellas. La capital es uno de los grandes motores económicos del país, capaz de competir con otras urbes globales y recibir proyectos de inversión complejos, falta ahora encontrar nuevas vocaciones.