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Claudia Sheinbaum, la decisión
El futuro de México, depende del tipo de gobierno que decida tener la próxima Presidenta de México, Claudia Sheinbaum.
Heredará de su antecesor, una Reforma Judicial que le dará todo el poder, como ningún otro Presidente de México, ha tenido.
Y muy probablemente, también recibirá una administración pública, sin contrapesos; de aprobarse, como se prevé, las iniciativa de ley que propone extinguir (absorber en las dependencias públicas) a los órganos autónomos.
En consecuencia, la próxima Jefa del Ejecutivo, tendrá un reto mayúsculo.
Deberá decidir si avanza por la ruta, que le han dejado trazada y que, prácticamente todos, al menos los más importantes agentes protagónicos advierten, llevan hacia el autoritarismo.
Ó, una vez con la banda presidencial sobre su pecho, comienza a ejercer a plenitud el uso de sus facultades y comienza a modificar el rumbo, hacia el México democrático al que aspiran los mexicanos.
Está por verse, si como en la tradición histórica, de las transiciones presidenciales, el que llega (en este caso, la que llega) marca una línea clara entre lo que fue y lo que será.
Eso, en cuanto al sistema político nacional.
Pero también tendrá que definir la ruta a seguir en materia económica.
¿Profundizará en la ruta que conduce a un mayor estatismo?
O, ¿buscará conciliar y acompañarse con los capitales privados nacionales e internacionales?
La decisión que tome, sin duda, estará influenciada por la complicada situación de las finanzas públicas que le dejará el gobierno saliente.
El déficit fiscal del 5.9% que heredará, la obligará a realizar un ajuste fiscal de entre el 3 y el 3.5%.
Es un compromiso muy fuerte para el primer año de un nuevo gobierno.
Las ofertas y compromisos de campaña, tanto como el rumbo que desee tomar la próxima administración, estarán acotados por el enorme recorte presupuestal o mayor endeudamiento, al que estará obligado.
En ambos casos, tomar la decisión para la próxima Jefa del Ejecutivo, no será fácil.
Llega a la primera magistratura, con el apoyo, pero también con el peso innegable del presidente saliente, con niveles muy elevados en popularidad.
Con posiciones clave en su gabinete y en el partido en el poder, claramente solicitadas por quien será el antecesor.
Y con decisiones tan radicales como la Reforma al Poder Judicial y eventualmente la extinción de los órganos autónomos tanto como la transferencia de la Guardia Nacional al Ejército Mexicano, entre otras.
En ese contexto, la próxima Presidenta de México, tendrá que tomar las decisiones que la definan y comiencen a marcar su sexenio.
En una entrevista que le hizo el periodista Ciro Gómez Leyva al expresidente de México, Ernesto Zedillo Ponce de León, el exmandatario dijo que la aprobación y promulgación de la Reforma Judicial sienta las bases para establecer una tiranía.
Opinó que Claudia Sheinbaum tendrá que tomar una decisión muy importante. “Puede ser –dijo–: el rostro sin ningún poder, de un régimen de partido en una tiranía ó, puede ser, y tiene la capacidad y espero tenga la visión, para ser Presidenta de una República democrática, progresista, donde se construya y respete el Estado de Derecho”.
Además de la toma de posesión, el próximo primero de octubre, y de las primeras decisiones que tome la hasta ahora, presidenta electa de México, el próximo 15 del mes de noviembre será fundamental para conocer algunos de los trazos más importantes de la ruta económica, cuando presente el Paquete Económico.
La ruta económica, incluída la estrategia para realizar el ajuste fiscal del 3 o 3.5%, será una pieza clave para las agencias calificadoras que decidirán si mantienen o cambian su calificación y/ó perspectiva sobre la economía nacional.
La evolución de la nota soberana depende más de lo que se proponga para reducir el déficit que de los cambios legislativos en materia judicial aprobados.
Sin embargo, la Reforma Judicial tiene implicaciones en materia de gobernanza y de respeto a los contratos y las relaciones con los inversionistas privados nacionales e internacionales, y no están, ni estarán, fuera del foco de atención de las calificadoras.
Como tampoco lo estarán de Estados Unidos y Canadá, los dos principales socios comerciales de México.
Ojalá que la doctora Sheinbaum tome las mejores decisiones para México. Al tiempo.