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Claudia Sheinbaum, presidenta electa: el rumbo
Claudia Sheinbaum ya es Presidenta electa de México.
Recibió (ayer 15 de agosto) la constancia que la acredita como tal de parte del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
En esa ceremonia y posteriormente en el evento en el que festejó la recepción de la constancia respectiva, en sendos discursos, delineó algunos de los rasgos generales de su gobierno.
Marcó el rumbo que seguirá durante su sexenio.
En términos generales puede entenderse que dará continuidad a las principales políticas aplicadas por el gobierno del actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
El segundo piso de la Cuarta Transformación, como les gusta denominar al segundo gobierno del partido Morena, no incluye cambios en los temas fundamentales en materia económica y política.
De hecho, Sheinbaum refrendó en sus dos discursos, que consolidará el camino trazado por el gobierno lopezobradorista.
Continuidad, sin desviaciones.
Seguirá la supuesta división entre el poder político y económico; se mantendrá la economía moral y se evitará el regreso del sistema neoliberal; la premisa de “primero los pobres”; los programas sociales y la distinción de la educación, la salud, la alimentación saludable, la vivienda digna, el salario justo y la pensión suficiente, como derechos y no privilegios.
Nada nuevo. Todo exactamente igual a lo que hasta ahora se ha registrado en la administración que está por terminar.
Falta ver la “letra chiquita” de los discursos oficiales y la ejecución operativa en las acciones gubernamentales.
En la práctica, muchas veces, los gobiernos tienden a realizar modificaciones, más por la presión e interacción de los distintos actores de la sociedad que por convencimiento propio de los gobiernos.
Por lo pronto, las líneas discursivas generales dejan claro que no habrá marcha atrás, ni siquiera en los temas que mayor preocupación y reacción virulenta han provocado en los mercados.
De entrada, la presidenta electa de México defendió el paquete de reformas que impulsa el presidente lopezobrador, incluida la reforma judicial y la eliminación de los órganos autónomos.
Dijo que las reformas enviadas por el presidente López Obrador al Congreso, serán aprobadas “en el corto plazo”.
Y con énfasis recalcó que la elección de jueces, ministros y magistrados, “es un mandato popular”
Paradójicamente Sheimbaum prometió que respetará la independencia de los poderes. La presidenta electa incluso “mandó línea” a las autoridades electorales sobre el reparto de lugares en el Poder Legislativo.
Pidió que se distribuyan los espacios en cámaras de Diputados y Senadores como dice la ley.
Y trató de desestimar los reclamos de la oposición, en el sentido de que Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y sus aliados políticos pretenden asignarse una “sobrerrepresentación” en las cámaras de Senadores y de Diputados, en aras de tener un control absoluto del Poder Legislativo y hacer reformas constitucionales.
De lo más relevante de los discursos de la Presidenta electa, puede subrayarse que continuará con la línea discursiva de la separación entre el poder económico y el poder político.
Que la soberanía reside esencial y originalmente en el pueblo.
Que la soberanía está por encima de grupos o individuos por más poderosos que parezcan.
Que el pueblo decidió que continúe la economía moral y no regrese el sistema neoliberal. No se registró ninguna mención a la debilidad de las finanzas públicas, que registran un déficit del 6%; tampoco se mencionó la fórmula que se aplicará para reducirlo al 3%, ni de dónde saldrán los recursos para concluir las obras sexenales del obradorato o cómo se enfrentará el “riesgo Pemex”.
Por supuesto, tampoco se reconocen los enormes rezagos en materia educativa, de salud, e inversión en infraestructura del país.
Tampoco se habló del menor crecimiento sexenal que se registrará al cierre de la actual administración y las revisiones a la baja de las proyecciones de crecimiento económico nacional para el año 2025, el primer año del próximo gobierno. Esperemos, que como aseguran en el sector financiero oficial, la situación económica de México no sea tan grave como la observan la mayoría de los analistas.
Y que el secretario de Hacienda transexenal, Rogelio Ramírez de la O, encuentre el mejor camino para superar la difícil circunstancia económica.
Lo deseable es que aunque se mantenga el discurso político-económico, en los hechos comience a registrar una variación en el rumbo, que disipe la incertidumbre y volatilidad y genere una economía con mayor crecimiento y progreso social. Al tiempo.