Cofepris, estorbo regulatorio

La Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris) se ha convertido en un estorbo regulatorio, todo un infierno administrativo. Antes de la pandemia ya estaba mal, ahora está mucho peor.

El equipo del Dr. José Alonso Novelo Baeza ha sido omiso en facilitar el acceso a los insumos para salud necesarios para combatir a la pandemia.

El Informe elaborado por la Auditoria Superior de la Federación a la Cofepris, derivado de la Auditoria a la Cuenta Pública 2018, arroja datos aterradores de 181,000 tramites que recibió en ese año: I) resolvió 66,000 (36%); II) en 57,000 previno (31%); III) pero lo que es increíble es que en 54,000 solicitudes (33%) no acredito el estado del trámite. 54,000 solicitudes se perdieron en el limbo regulatorio.

Otra cifra dramática es que: sólo el 9.5 % (17,000) de los tramites fueron atendidos en los plazos establecidos; el 11.1% (20,000) fueron atendidos de manera extemporánea; y para el 80% (143,000), no se registraron fechas de recepción y de atención. Lo que convierte ese limbo en un verdadero infierno regulatorio. Cofepris un regulador que no regula, simplemente estorba.

El equipo de la Comisión de Autorización Sanitaria se irrita con los miles de amparos que se interponen mensualmente, a la luz de las cifras parecen pocos. Sencillo, si no quieren amparos que abatan el rezago.

Solo un ejemplo, de las 80 pruebas serológicas que han sometido, solo ha autorizado 12. Cabe la pregunta: ¿es por ineficaces o se está beneficiando a alguien?

A la Cofepris le espera la madre de todas las batallas, deberán construir, -es más ya deberían de tenerlo- un marco regulatorio sencillo para distribuir las vacunas contra el Covid-19. La vida de muchos mexicanos depende de ello.  

Querido lector, es un desacierto que la ASF  no tenga datos actualizados sobre el rezago en los tramites, ojalá la pandemia sensibilice a los fiscalizadores de lo importante que es auditar a la Cofepris.

La Cofepris es el cómplice silencioso del fracaso la crisis sanitaria que se vive en el país, 56,000 muertos son el resultado trágico de esa dolosa asociación. Será que veamos el día que, las autoridades sanitarias, como en otros países, sean llamados a rendir cuentas.

Querido lector, en tanto siga cuidándose, porque con este regulador ni cura, ni vacuna. Hasta la próxima.