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Opinión

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¿Cómo hacer un plan para salir de deudas? (Parte 1 de 2)

En las columnas anteriores me enfoqué en qué hacer cuando uno de plano no puede pagar sus deudas y no tiene más opción que dejar de pagar. Ese es el peor de los escenarios.

Quiero ahora enfocarme en qué hacer para no tener que llegar a ese extremo. Cuando pedimos prestado estamos usando dinero de otros para nuestras necesidades. Adquirimos el compromiso de devolver ese dinero en el futuro, así como los intereses que se generen. Por eso mismo, si vamos a hacer uso del crédito, debemos hacerlo de manera responsable y estratégica.

El problema es que mucha gente lo utiliza para financiar sus necesidades de consumo. De esta manera termina gastando más de lo que gana. Lo malo es que es fácil acostumbrarse y caer en una espiral que les hunde poco a poco.

Veamos un ejemplo sencillo. Hoy una persona ve un suéter que le encantó y que además está en descuento. No le alcanza… pero tiene su tarjeta de crédito. Además lo puede pagar a “meses sin intereses”. Entonces lo compra.

¿Cómo lo va a pagar? Con parte del dinero que gane en el futuro. Eso significa que tendrá menos disponible para gastar en otras cosas.

Si fuera sólo ese suéter en realidad no habría gran problema. Es una deuda, se puede pagar y listo. Pero lamentablemente así no funciona la mente humana. Luego viene una necesidad: un gasto esperado, pero no planeado, como el regreso a clases. Hay que comprar uniformes, libros y útiles escolares. Uno no tiene el dinero y utiliza el saldo revolvente de su tarjeta. Eso genera intereses, a una tasa de interés bastante elevada. Si uno paga el mínimo, una buena parte cubre apenas los intereses. La deuda disminuye muy poco.

Esto representa otro compromiso, que uno tiene que pagar con dinero futuro. Entonces, nos queda aún menos dinero para nuestras demás necesidades. Obviamente se pierde la capacidad de ahorro, y uno empieza a trabajar para pagar a sus acreedores.

Si uno está en esta situación, es muy importante darse cuenta, reconocer el problema y ponerse como primer objetivo salir de deudas. No es fácil y no es rápido. Pero sí es necesario hacerlo.

Hacer un plan para salir de deudas es muy sencillo, pero requiere cierta estrategia. La idea básica es pagar lo más que uno pueda, para disminuir el saldo pendiente lo más rápido posible (y con ello los intereses que generan nuestras deudas).

La estrategia ideal dependerá de nuestro caso particular. Una de las más populares es la “bola de nieve” de Dave Ramsey. Consiste simplemente en lo siguiente:

Hacer una lista de todas nuestras deudas, ordenarla de menor a mayor.

Reducir nuestros gastos al mínimo y determinar qué cantidad podemos destinar al pago de nuestras deudas. Debe ser suficiente para pagar el mínimo en todas, más una cantidad adicional. Lo más que uno pueda.

Pagamos el mínimo en todas para mantenernos al corriente. Esa cantidad adicional, la destinamos a la deuda más pequeña. Esto nos permite pagarla de manera rápida, lo cual nos genera una “pequeña victoria” y una motivación para seguir adelante.

Una vez liquidada, nos enfocamos en la siguiente de nuestra lista y así sucesivamente hasta que terminamos de pagarlas todas.

Esta es una buena estrategia aunque tiene sus pros y sus contras. Puede no ser la más óptima en términos financieros, pero muchos estudios concluyen que es la que mejor funciona. En la siguiente entrega discutiremos otras posibilidades.

contacto@planeatusfinanzas.com

Ejecutivo de alto nivel en seguros y reaseguro con visión estratégica de negocio, alta capacidad de liderazgo, negociación y gerencia. Además es columnista de Finanzas Personales en El Economista, Coach en Finanzas Personales y creador de la página planeatusfinanzas.com

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