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Opinión

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¿Comprar commodities eficientemente, o atrapar cuchillos cayendo?

Cuando una empresa vende desde el valor de reposición, establece neutralidad en su posición de riesgo y les da a sus clientes el valor real del mercado. En otras palabras, ni castiga ni premia a sus clientes con su habilidad para comprar materias primas

Buenos días, buenas tardes, buenas noches. Siempre un gusto saludarte.

Se dice que cuando una necesidad se encuentra con un ofrecimiento se hace un negocio y ese negocio etiqueta un precio. Cuando el ofrecimiento es más abundante que la necesidad, no es difícil diagnosticar una secuencia de precios bajista.

Caso inverso, cuando la necesidad rebasa la capacidad de abasto, se genera una presión de precios alcista.

Estas dos direcciones además, dibujan en las curvas a diferido diferentes pendientes, los mercados alcistas tienden a generar inversos.

Eso es que los precios de hoy son más caros que los de mañana, mientras que cuando hay abundancia, los precios tienden a mostrar acarreos, (hoy mas barato que mañana).

Los mercados bajistas son los mercados más difíciles para un comprador; el precio cayendo de manera continua deriva en que lo que compres quede caro respecto de lo que podrás comprar más adelante.

Esto crea muchos problemas para las empresas que no manejan sus inventarios desde el valor de reposición.

Si damos más detalle de lo anterior, imagina que diriges una empresa molinera, pensemos en trigo. En simplicidad, compras trigo, procesas y vendes harina. Imagina que, anticipando un alza en los precios del trigo, compras seis meses equivalentes de tu consumo, la idea es mantenerte competitivo, pues en tu negocio, la venta de harina es algo mercenaria, y los clientes compran bueno, bonito, y muy barato, de preferencia con lo que la competencia por precio es aguerrida.

En el escenario anterior, al comprar seis meses de consumo estás jugando a acertar o fallar por completo, y ese es el riesgo.

Si el mercado baja, terminas quedándote caro y no podrás competir con quien está acudiendo al mercado de manera “spot” si me permites el término.

Cuando una empresa vende desde el valor de reposición, establece neutralidad en su posición de riesgo y les da a sus clientes el valor real del mercado. En otras palabras, ni castiga ni premia a sus clientes con su habilidad para comprar materias primas.

En el ejemplo anterior, si el mercado sube, el molinero también se equivocará si no sube sus precios en similitud con las condiciones de mercado, aun cuando sus inventarios sean más competitivos.

Con lo anterior tratado, regresemos a la premisa original sobre el título de la presente columna.

Comprar en estos mercados bajistas es como atrapar cuchillos cayendo, y eso le detiene la mano al comprador así que se hace una doble nelson para quien vende. El abasto se siente sobrado, y el comprador no tiene prisa por comprar, detonando el pánico vendedor.

En los commodities agrícolas no estamos aun en el pánico, pero se acerca, en breve estaremos viendo presión de cosecha en Estados Unidos.

Y si los rendimientos son mayores a lo esperado (alta probabilidad), el agricultor tendrá que vender en urgencia los excedentes sepultando todavía más el precio de sus productos.

Nada dura para siempre, la cura de los precios bajos son los precios bajos, el mundo está lleno de riesgos tácitos, la geopolítica está candente y los destinos de lo financiero muy en el aire con los organismos centrales de conducción económica, un tanto estresados en tiempos donde las liquidaciones se hacen más notorias.

¿Estás en buenas manos?

aochoa@rjobrien.com

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