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Construyendo la agenda comercial para 2024
Aunque nadie lo dice así de claro, es evidente que la campaña para las elecciones del 2024 en México ya está en marcha, tanto para la presidencia de la República como para el Congreso. Independientemente del partido que usted apoye o de las preferencias políticas que ostente, me parece necesario seguir con detenimiento cuáles serán las propuestas que se hagan en materia comercial internacional. A continuación, ofrezco algunas razones para ello.
Primero, el comercio internacional de México es el corazón y el alma de la actividad económica nacional. En 2022, la suma de importaciones y exportaciones alcanzó 1.2 billones (trillions) de dólares, lo que representó 84% del PIB. Es decir, más de 8 de cada 10 dólares producidos en el país está relacionado de algún modo a una operación de comercio internacional.
En segunda instancia, una gran parte del atractivo que tiene nuestro país para captar inversión extranjera directa está estrechamente relacionado con el acceso libre, irrestricto y certero que tiene al mercado estadounidense gracias al T-MEC.
Adicionalmente, en un contexto de alta inflación, el poder tener una oferta amplia de productos de calidad a precios competitivos resulta fundamental. Este punto es particularmente importante, ya que todos somos consumidores – como ciudadanos, pero también como empresas.
Estos mínimos elementos destacan la importancia del comercio internacional para México, y nos explican la necesidad de que una parte sustantiva del programa de gobierno del próximo Presidente de la República debe de contener propuestas importantes en este rubro.
Si eso no fuera suficiente, también existen razones que se originan en el exterior. Las cadenas de suministro continúan reestructurándose, a partir de las tensiones entre China y EU, la invasión rusa a Ucrania y los miedos a un nuevo evento disruptivo como la pandemia del Covid-19.
¿Qué debería hacer México, con una necesidad tan evidente de fortalecer internamente la política comercial, en un contexto exterior tan volátil?
A nivel interno, y sin ningún orden en específico, considero que la agenda interna puede iniciar con estos cuatro grandes rubros:
- a. Firmar y ratificar la modernización del Acuerdo de Asociación Económica, Concertación Política y Cooperación entre México y la Unión Europea (UE);
- b. Preparar las posturas mexicanas de cara al proceso de revisión del T-MEC en 2026;
- c. Cerrar los procesos de negociaciones comerciales internacionales abiertos con Reino Unido, Corea del Sur y Ecuador;
- d. Reforzar el esquema institucional y a los funcionarios que trabajan en estos temas.
- Hacia la perspectiva exterior, algunas de las tareas urgentes podrían ser:
- a. Aumentar la participación de México en las negociaciones para reformar la Organización Mundial de Comercio (OMC), sobre todo en temas que son importantes para nuestro país, como solución de controversias, comercio electrónico y bienes ambientales;
- b. Trabajar con los socios del Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (TIPAT) para definir cuál será el proceso de adhesión de los países que han solicitado integrarse al Acuerdo;
- c. Relanzar la agenda de la Alianza del Pacífico, con el objetivo de que el liderazgo renovado de México ayude a incrementar sustantivamente el comercio hacia el interior de la Alianza
Considerando el dinamismo del comercio internacional, no hay tiempo que perder. La siguiente administración en México debe considerar a esta actividad como una prioridad y actuar en consecuencia.
*El autor es académico de la Universidad Panamericana; previamente, colaboró por veinte años en el gobierno federal en temas de negociaciones comerciales internacionales
Twitter: @JCBakerMX