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Contingencias ambientales y electromovilidad
Hoy hay contingencia ambiental en la Ciudad de México. En lo que va de 2024, la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) ha activado 10 contingencias que suman casi 30 días con altos volúmenes de contaminantes en el ambiente, una cifra alarmante que urge a tomar acciones concretas y efectivas para mejorar la calidad del aire en la metrópoli: una de ellas es impulsar la electromovilidad y democratizar los vehículos eléctricos.
La electromovilidad es el uso de vehículos eléctricos que no emiten gases contaminantes y contribuyen a la mejora de la calidad del aire. Estos vehículos también son más eficientes y económicos a largo plazo.
La contaminación atmosférica, empeorada por el cambio climático y las altas temperaturas, afecta la salud de los habitantes, pone en riesgo el medio ambiente y la calidad de vida de las personas.
La electromovilidad es la solución para erradicar de una vez por todas las contingencias ambientales y transformar la movilidad urbana de la CDMX de forma sostenible y amigable con el medio ambiente.
La adopción masiva de vehículos eléctricos reduciría significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero y otros contaminantes que provienen de los vehículos de combustión interna, una de las principales fuentes de contaminación en la ciudad.
En marzo, las principales empresas automotrices y de cargadores eléctricos crearon la Electro Movilidad Asociación (EMA), una coalición integrada por los fabricantes BYD, Evergo, JAC, SEV, Tesla, Vemo y Volvo, cuyo objetivo es transformar el panorama automotriz hacia la electrificación total para 2035.
Según un estudio de EY, 44% de los encuestados mexicanos están interesados en adquirir un automóvil totalmente eléctrico o híbrido. La mejora en el rendimiento de los sistemas de propulsión (27%), los elevados precios de los combustibles (38%) y la preocupación por el medioambiente (48%) son las principales motivaciones para los compradores potenciales de automóviles eléctricos en México.
Según LMC Automotive, los vehículos eléctricos representaron 4.9% de las ventas totales de automóviles en México durante 2022 y se espera un crecimiento de 37% en 2023.
Para lograr este cambio es crucial que las políticas públicas incentiven la electromovilidad de manera integral. Lo anterior incluye promover el uso de vehículos eléctricos entre la población y, especialmente, impulsar la electrificación de las flotillas de vehículos de las grandes empresas, empezando por aquellas de uso constante como las que reparten mercancías.
Estas flotillas suelen operar de manera intensiva y sus vehículos, a menudo viejos y altamente contaminantes, contribuyen de manera desproporcionada a la polución urbana.
Además, las grandes empresas son las que tienen la capacidad económica para realizar el cambio hacia la electromovilidad de forma más acelerada y recibir en el corto plazo los beneficios en términos de costos operativos.
Grandes empresas de reparto como Amazon, Mercado Libre, Bimbo o Femsa ya comenzaron a electrificar sus flotas. Políticas locales pueden acelerar esta tendencia en la capital mexicana.
Los gobiernos también deben migrar por ley hacia flotillas y vehículos eléctricos.
Las nuevas políticas ambientales deben contemplar diversos estímulos para la adopción de vehículos eléctricos. Primero, reducción de impuestos y exenciones fiscales para la compra de vehículos eléctricos tanto de uso privado como comercial.
Ayudas económicas para la adquisición de vehículos eléctricos, especialmente dirigidas a pequeños y medianos negocios que deseen electrificar sus flotas. Desarrollo de una red robusta y accesible red de estaciones de carga rápida en toda la ciudad, para facilitar la recarga para usuarios y empresas.
Durante las contingencias ambientales, sólo permitir la circulación de vehículos eléctricos, fomentando así su adopción al brindarles ventajas en momentos críticos.
Esta medida es drástica de entrada, pero las políticas ambientales y de movilidad han pasado de permitir la circulación durante las contingencias de autos con catalizador y recientemente vehículos de nueva adquisición, por lo que el siguiente paso sería habilitar la circulación sólo a vehículos eléctricos.
El apoyo a la electromovilidad contribuirá a reducir las contingencias ambientales y alineará la Ciudad de México con los compromisos internacionales de reducción de emisiones y sostenibilidad.
La adopción de vehículos eléctricos no sólo es una cuestión de tecnología, también de salud pública y calidad de vida. Al reducir la contaminación del aire, disminuirá la incidencia de enfermedades respiratorias, cardiovasculares, oculares, en el sistema nervioso y en la salud mental de los habitantes para mejorar su bienestar general.
Una ciudad con menos contaminación también es más atractiva para el turismo local, nacional e internacional y para las inversiones, creando un círculo virtuoso de desarrollo sostenible.
La erradicación urgente de las contingencias ambientales en la Ciudad de México pasa necesariamente por una transición acelerada hacia la electromovilidad.
Las políticas públicas deben actuar como catalizadores de este cambio, proporcionando los incentivos y las infraestructuras de carga eléctrica necesarias para que los vehículos eléctricos se conviertan en la norma y no en la excepción de unos cuantos usuarios adinerados.
Sólo así podremos respirar un aire más limpio, mirar un horizonte más transparente y construir una ciudad más sostenible y habitable para todos. Quien gane la elección el 2 de junio en la CDMX debe actuar de inmediato.
X: @beltmondi