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Contracción en tres escenarios: Banxico
El Banco de México no tiene duda. La economía mexicana se contraerá al cierre del 2020.
Lo que no tiene definido todavía es de qué dimensión será la contracción. Sin embargo, plantea tres escenarios posibles. El más extremo marca una caída de 8.3% del Producto Interno Bruto al final de este año; una lenta recuperación que extendería la contracción en 0.5%, en el 2021.
El escenario central prevé una caída de 8.8% para este año y una recuperación de 4.1% en el 2021.
Y el escenario más optimista proyecta una caída de -4.6% en el 2020 y una recuperación del 4% en el 2021.
Banxico observa con elevada incertidumbre el impacto que tendrá la crisis sanitaria del Covid-19 en la economía mexicana para el cierre de este año.
El gobernador del banco central, Alejandro Díaz de León, reconoce que se trata de una crisis sin precedentes.
La proyección de la caída económica, es un reto porque se trata de una crisis cuyo origen es un problema sanitario y no el ciclo económico y financiero.
En otras palabras, la dimensión del daño económico depende de variables que son sanitarias y no económicas: la estrategia para achatar la curva del contagio, el reinicio de las actividades productivas, condicionado a las recomendaciones sanitarias y la prolongación o no del aislamiento.
El rango de la contracción económica pronunciada por el coronavirus se encuentra entre 4.6 y 8.8% en el 2020.
La presentación del Informe Trimestral del periodo enero-marzo del 2020, por primera vez se realizó vía ínternet, a través de la plataforma Webex.
En materia de empleo, los pronósticos, también son muy negativos. El deterioro de la actividad económica provocará la eliminación de puestos de trabajo. Podría fluctuar entre 800,000 y un millón 400,000 plazas en este año.
Y dependerá de la profundidad de la caída del PIB el grado de afectación para los empleos el próximo año.
En el 2021 podría registrarse una pérdida de 200,000 empleos o una recuperación de 400,000.
Banxico mantuvo su perspectiva conservadora. Evitó la estridencia, como siempre, y presentó tres escenarios probables que podrían ser mejores o peores, dependiendo de la circunstancia. A ver.
Dinero: estados vs. federación
Viene una fuerte confrontación entre el gobierno federal y los gobiernos estatales. La manzana de la discordia es por dinero.
Además de las recientes presiones de varios gobiernos estatales para revisar el pacto fiscal, viene algo más circunstancial que estructural pero quizá más difícil de resolver por la emergencia que vive el país: la rebatinga por los recursos de los fondos que se destinan a las entidades.
La agencia calificadora Moody’s advierte que para este año, es negativa la perspectiva de los estados de la República, por la caída en transferencias federales y en los ingresos propios derivada de la recesión económica por el coronavirus.
Moody’s advierte que el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas se utilizará por completo este año para compensar parcialmente la caída en las participaciones federales.
Eso agudiza los retos sobre la perspectiva negativa de Moody’s respecto de las entidades de la República Mexicana.
De ahí la relevancia de la exigencia que hizo ayer 27 de mayo la Asociación de Gobernadores de Acción Nacional (GOAN) en torno a los recursos del Fondo de Compensación Presupuestal para entidades federativas. La entrega de esos recursos, establecieron, no es ninguna concesión, sino una obligación.
Su recaudación, recordaron, no sólo es del petróleo, es recaudación que cada estado le manda a la Federación; ellos se quedan el 80% y las entidades el 20.
Atisbos
POTESTAD.- Los gobiernos estatales lograron obtener su potestad respecto de la aplicación del semáforo de reapertura o reinicio de actividades económicas con lo que hicieron recular a la secretaria de Gobernación, Olga Sáncez Cordero, que apenas unas horas antes había dicho que las entidades tenían que sujetarse al semáforo federal.