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Opinión

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¿Cuál será el efecto de? los impuestos al carbono?

Expertos anticipan que los 70 pesos por tonelada de carbono que establece la iniciativa reducirán hasta?1.5% las emisiones contaminantes del país al año.

Los impuestos al carbono que establece la reforma hacendaria presentada por el Ejecutivo han llamado la atención de más mexicanos, especialmente ante los eventos climáticos que vive el país. La razón es que dichos impuestos podrían disminuir las emisiones de carbono y los efectos del cambio climático, al pagar un mayor precio por cada tonelada de carbono que se produce.

La pregunta es ¿qué tanto caerían las emisiones de carbono con dicho impuesto?, ya que su impacto depende, por un lado, del valor del impuesto y, por otro, de qué tanto se ajustan los consumidores a los nuevos precios, estimaciones de expertos muestran que los 70 pesos por tonelada de carbono, que establece la reforma, reducirán hasta 1.5% las emisiones de carbono del país al año.

Sin embargo, el sector productivo tiene serias dudas de que eso sea cierto, debido a que existen pocas alternativas para cambiar a fuentes de energía limpias en el país. Lo anterior debido a que Pemex ha sido incapaz de generar combustibles limpios y a que el marco regulatorio inhibe las inversiones privadas en la generación eléctrica. Pareciera que el gobierno cobra más por contaminar, pero limita el cambio a fuentes de energía limpias.

Aunque pocos estarían en desacuerdo con el principio de que el que contamina paga , y que la forma más eficiente y barata para introducirlo es a través de un impuesto, no se puede soslayar la situación que vive el país.

Por ello, consideramos importante que los legisladores consideren en su evaluación de la reforma: garantizar que los cerca de 20,000 millones de pesos a recaudar vía este impuesto se destinen para promover inversiones en tecnologías limpias; permitir la depreciación acelerada en inversiones de nuevas tecnologías limpias, que en algunos casos sí implican cambios relevantes en los costos de aquellos inversionistas que tributan en el país, y flexibilizar el mercado energético mediante la aprobación de la reforma energética.

Por un lado, la apertura a la inversión privada en la generación eléctrica implica mayor inversión en renovables, mientras que, por el otro, la apertura a la inversión privada en la explotación de gas permitirá migrar al combustible fósil más limpio.

De esta manera, se lograrán reducir las emisiones de carbono y a la vez darle más opciones al sector productivo para su transición.

rgallegos@eleconomista.com.mx

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