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Cuando los judíos votaron por Hitler
“La culpa no está en el sentimiento,
sino en el consentimiento”
Bernard de Clairvaux
Paradójico, raro e incluso increíble, pero es cierto; así somos los humanos, cuántas veces apoyamos con todo nuestro ser la destrucción de nuestro propio ser. En la religión católica eso se llama pecado, pero sin meternos en temas religiosos, resulta que esto también se da en la historia, y lamentablemente muchas veces. Las pasiones como la avaricia y la envidia, a eso nos llevan. Los unos con interés y ambición infinitas, los otros con cobardía y sumisión sobrada. El resultado, lo sabemos, la historia lo registra una y otra vez.
A inicios del siglo XX, un grupo de judíos apoyaron a Hitler al inicio de su campaña, sonaba potente y siempre en favor del pueblo, era la Asociación de Judíos Nacionales Alemanes, producto de un movimiento del s. XIX en el que cierta comunidad de judíos alemanes comenzó a rechazar sus raíces y ciertos aspectos esenciales de su religión (incluyendo la circuncisión y el Sabbath). En 1935 dicha organización fue disuelta y su fundador Max Naumann, fue llevado junto con sus colaboradores a los campos de concentración. Al parecer Max Naumann tuvo el privilegio especial de salir; no así, los millones de judíos que no lo lograron. Conclusión 1: Los cómplices o simpatizantes del poder, pudieran ser por algún tiempo absueltos.
Norberto Bobbio, el gran jurista y politólogo italiano (Turín 1909) habla del fascismo y señala que “…el fascista habla todo el tiempo de corrupción. Lo hizo en la Italia de 1922, en Alemania de 1933 y en Brasil 1964. Acusa, insulta, agrede como si fuera puro y honesto. Pero el fascista es solo un criminal, un sociópata que persigue una carrera política. En el poder no vacila en torturar, violar, robar sus pertenencias, su libertad y sus derechos. Mas que corrupción, el practica la maldad.” Hay que ser muy ignorante o corrupto para no entender esto. El Fascismo sigue vigente hoy en el s. XXI, pero modificado. El virus ha mutado pero la vacuna se sigue llamando cultura y Estado de Derecho.
Ciertamente, al iniciar el brutal régimen nazi, ya señalamos que incluso un grupo de judíos lo apoyaron para subir al poder, su ambición fue su propia destrucción. Así sucede con los aparentan ser el משיח [mâshı̂yach] ‘ungido’ el mesías. El precio a pagar es inmensamente alto para sus seguidores. La riqueza hipnotiza y subyuga.
Durante la IIWW varias empresas muy importantes actualmente, hicieron grandes negocios, y no sólo eso, crecieron en proporciones extraordinarias. Es sabido que corporaciones como Basf, Siemens, Bayer, VW, BMW, entre otras (incluso subsidiarias de empresas americanas), usaron como esclavos a las personas recluidas en los campos de concentración para efectos de practicar experimentos científicos o en la producción y trabajo fabril, por ello algunos fueron condenados en el tribunal conocido como los juicios de Nürnberg y posteriormente, se crearon fondos millonarios para pagar indemnizaciones a las víctimas. Conclusión 2: Ciertamente, puede suceder que haya empresarios que se vuelven más ricos con los regímenes totalitarios, aunque posteriormente conlleve un costo reputacional, indemnizatorio y hasta penal.
La naturaleza humana bajo condiciones extremas propició que no solamente los capitales abusaran de la población judía europea; de hecho, algunos de los abusos más reprochables tal vez, los vamos a ver dentro de los propios judíos. Como el caso de Mordechai Chaim Rumkowski, empresario que se puso al frente del gueto de Ludz, prostituyendo a las mujeres compatriotas; o Stella Kübler apodada como el “veneno rubio” quien delató a más de 2,300 compatriotas como espía de la GESTAPO (Gemein Staat Polizei). Adicionalmente, caben los casos de los capos que en cada campo de concentración personalizaban los Sonderkommando, et al. Conclusión 3. Dentro de los grupos victimizados, en ocasiones, los líderes pueden sobrevivir sometiendo al resto del grupo.
Finalmente, y reflexionando sobre estas enseñanzas históricas en el México del s.XXI; la conclusión 4 es que, la única garantía con que cuenta el que apoya al que traiciona, tarde o temprano será en la misma forma traicionado. San Mateo “qui in gladio occiderit, gladio peribit” -el que mata a espada, perecerá por la espada-.
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