Buscar
Opinión

Lectura 4:00 min

Debate presidencial: Poca profundidad en las propuestas educativas

El debate presidencial del 7 de abril incluyó discusiones sobre diversos temas, como la educación, salud, combate a la corrupción, transparencia, no discriminación y apoyo a grupos vulnerables. Sin embargo, esta columna se centrará únicamente en el tema de la educación. A pesar de la importancia de este tema, las propuestas presentadas por los candidatos fueron insatisfactorias y carecieron de profundidad.

Aunque hubo fallas significativas en el formato del debate, no abordaremos este aspecto, sino que nos centraremos en el desempeño de los candidatos en sus propuestas educativas. Se esperaba que los candidatos presentarán propuestas sólidas y fundamentadas para abordar los desafíos más urgentes del sistema educativo mexicano, los ciudadanos buscaban una visión clara sobre cómo mejorar la infraestructura escolar, garantizar el acceso equitativo a una educación de calidad y fortalecer la formación y el apoyo a los docentes. Además, los candidatos debían proponer estrategias para cerrar la brecha digital y atender las necesidades de las comunidades marginadas, así como una propuesta clara sobre la pertinencia educativa y las necesidades del sector productivo. Todo ello requería un enfoque integral y realista que demostrara un profundo conocimiento de la situación educativa del país.

La candidata Claudia Sheinbaum propuso un programa nacional de becas y mencionó la Nueva Escuela Mexicana. Más becas de que nos sirven si la calidad educativa es nula, deficiente y sin rumbo.  Aunque destacó la importancia de mejorar la educación preescolar e inicial, no especificó cómo lograr estos objetivos. Asimismo, su enfoque en la creación de más universidades descuida abordar los problemas reales y urgentes que enfrentan las escuelas públicas en todos los niveles, y pasó por alto la necesidad de actualizar los planes de estudio en las universidades existentes.

Por su parte, la candidata Xóchitl Gálvez hizo hincapié en la tecnología, ofreciendo tabletas con internet a los niños para que aprendan robótica, inteligencia artificial e inglés. Aunque el acceso a tecnología es importante, la implementación efectiva de estas propuestas debe ir acompañada de mejoras estructurales en la infraestructura educativa y en la formación de los docentes. Más tarjetas de programas sociales no dan las herramientas para poder progresar por uno mismo.

El candidato Máynez propuso una revisión de los planes y libros de texto gratuitos, así como alianzas con universidades privadas y el fortalecimiento de las públicas. Aunque estas ideas tienen potencial, su falta de detalles sobre cómo llevarlas a cabo y cómo abordar la crisis educativa de fondo deja mucho que desear.

 El debate dejó en evidencia la falta de comprensión de los candidatos sobre los problemas reales del sistema educativo mexicano. No se abordó de manera adecuada la carencia de servicios básicos en las escuelas, como luz, agua y sanitarios, ni se mencionaron los recursos digitales necesarios para fomentar un ambiente de aprendizaje propicio para los estudiantes. Además, los candidatos no abordaron la educación en áreas STEAM (ciencia, tecnología, ingeniería, arte y matemáticas), un aspecto crucial para el futuro del país. Solo el 16% de los estudiantes en México egresan a carreras STEAM, y ninguno de los candidatos ofreció un plan concreto para aumentar esta cifra y preparar a los jóvenes para los desafíos del siglo XXI. Los países con mayor crecimiento económico e inversión extranjera están teniendo cifras de egresados STEAM por arriba del 40%. A este paso el nearshoring lo veremos pasar como un jet supersónico.

En lugar de centrarse en descalificaciones mutuas, los candidatos deberían haberse enfocado en proponer soluciones concretas y realistas para mejorar la calidad de la educación en nuestro país. En vez de andar compitiendo por quién va a repartir más tarjetas o dinero debieron proponer cuánto va a ser el presupuesto para mejorar la capacitación docente, que hoy es inexistente. Cómo mejorar la educación y hablar de calidad sin tener un foco en la capacitación del docente. En vez de hablar de programas sociales hablemos de herramientas para que la gente ya no necesite programas sociales, y la herramienta madre es la educación.

Temas relacionados

Director General de Fundación Azteca de Grupo Salinas

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí

Noticias Recomendadas

Suscríbete