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¿Depredadores?
Dejemos de pensar en cómo sacar, desquitar, abusar, obtener, lastimar, y empecemos a pensar en cómo aportar, proponer y dar más de lo que acostumbramos.
Hemos visto con vergüenza, preocupación y frustración que aquello que tanto nos molesta es muchas veces reflejo de nuestra actitud. México da para tanto que depredadores de todos tamaños y por todas partes saquean todo lo que pueden.
¿Si el gobierno lo hace y no pasa nada, por qué yo no?, piensan muchos que, ya sea por iniciativa propia o por manipulación de alguien más, se han convertido en aves de rapiña. Lo que no ven es que sí pasa y mucho, pues todo suma hasta reventar.
Es imposible ocultar el enojo por el gasolinazo una decisión abusiva que, lejos de responder a lo que dijo el presidente sobre los aumentos de precios internacionales, se debe al aumento de impuestos de un gobierno que nos cobra sus errores y que, insaciable, quiere más dinero para seguir robando mientras justifica que son recursos para programas sociales (esos que, lejos de resolver la pobreza y desigualdad de raíz, han creado mayor dependencia y aseguran clientelas electorales).
Los depredadores del Congreso rechazaron públicamente (para no ser más impopulares de lo que ya son) el incremento al precio de las gasolinas pero decidieron blindarse dando la espalda a los ciudadanos. Por eso aprobaron gastar más de 9 millones de pesos (de nuestros impuestos) en vales para gasolina.
Éste es el tipo de prestaciones/abusos que deben terminar inmediatamente para ellos y cualquier servidor público. Es inaceptable que el presidente pida a los ciudadanos abrocharnos el cinturón para pagar (con los impuestos que incrementan el precio de la gasolina) por todos sus errores para que ellos se sigan robando todo lo que puedan.
Si tanto nos ha dolido ver el abuso y descaro de los saqueadores, evitemos ser uno más. Dejemos de pensar en cómo sacar, desquitar, abusar, obtener, lastimar, y empecemos a pensar en cómo aportar, contribuir, proponer y dar más de lo que acostumbramos. La única manera de contrarrestar a los depredadores es siendo mucho más generosos y solidarios, lo que implica evitar cualquier abuso por mínimo que sea.
Esto no solucionará de manera automática todo aquello que debe cambiar a nivel macro (para eso tendremos que utilizar otras estrategias), pero sí contribuirá de manera inmediata a reconstruir la confianza y ese tejido social tan lastimado que los políticos usan como pretexto para seguir abusando y generar miedo.
En lugar de replicar rumores y mensajes que sólo abonan a crecer el pánico, evitemos ser un depredador más y demos más de lo que normalmente pedimos.