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Opinión

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Desbandada de gansos

Muchas voces señalan que si López Obrador no puede con el encargo que renuncie; sus fans se envalentonan y piden inmediatamente la revocación del mandato, muy confiados en su triunfo.

Temporada de buitres, el golpismo avanza, diría Andrés Manuel López Obrador, ante el incremento de los cuestionamientos sobre la conducción de su gobierno; reaccionarios malnacidos que no entienden la pureza de su proyecto.

El discurso de resucitar los enemigos del pasado y culpar al tan pandeado neoliberalismo ya no es suficiente para ocultar los errores en su gobierno, ni para quitarse de encima las manifestaciones del personal médico, que pide con desesperación equipo médico para protegerse.

Los intelectuales orgánicos de la 4T, los doctores Gibrán Ramírez, John Ackerman, los periodistas chapuceros y el señor molécula no pueden ya sostener las ocurrencias de su líder; sus más recalcitrantes fans no sienten la confianza de antaño para defenderlo. “Desbandada de gansos”.

El “golpismo” avanza; los gobernadores norteños calificados de “autoritarios” se aglutinan; los empresarios incrementan su activismo para protegerse de la macrocrisis económica. Así como de la nada, surgieron las ternuritas opositoras para desafiar al señor de la 4T.

Al inicio de la pandemia, el propio López Obrador adjetivó  el término “temporada de buitres”. Si alguien sabe como chacalear en la política es él, quien durante 18 años vivió de eso. Ahora se sorprende de que sus opositores lo critiquen. Me recargo en la pared.

Querido lector, muchas voces señalan que si don Andrés Manuel López Obrador no puede con el encargo que renuncie; sus fans se envalentonan y piden inmediatamente la revocación del mandato, muy confiados en su triunfo; unas pocas voces, las más sensatas, valoran en frío el término anticipado de su gobierno en medio de la turbulencia más grande de la historia de nuestro país.

Muchas cosas tendremos que sufrir los mexicanos para superar al coronavirus, la crisis económica y establecer una ruta para resolver la crisis política que se avecina.

Las marchas feministas del 9 de marzo y el manejo compulsivo de la crisis del coronavirus fueron el último llamado para la gestión de AMLO, así como Ayotzinapa lo fue para Peña Nieto al tiempo, querido y agudo lector.

Cierro mi colaboración al estilo del comentarista deportivo, el inmenso don Fernando Marcos, con sus clásicas cuatro palabras: AMLO “quiso y no pudo”.

Palabras llanas

En días pasados, en plena pandemia, el gobierno del estado llevó a cabo una supervisión al Hospital Universitario de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. ¿Serán legítimas preocupaciones sanitarias de don Miguel Barbosa o ganas de molestar con malsanas intenciones políticas? Como siempre, querido lector, usted tiene la última palabra. Hasta la próxima y cuídese mucho.

Twitter: @ErosalesA

Politólogo y abogado, académico, columnista, presidente de ciudadanos sin partido y orgulloso mexicano.

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