¿Después de la crítica?

Si algo ha caracterizado a este sexenio, es el fuego cruzado entre el gobierno y las voces críticas de la oposición. Nunca que yo recuerde había habido una guerra política verbal tan fuerte y ofensiva entre el presidente y sus críticos como en este sexenio. Desde el primer día de su gobierno, el presidente López Obrador buscó dividir el país entre conservadores y liberales, fifís y pueblo bueno y entre pensamiento neoliberal y el pensamiento progresista.

El haber equiparado la 4ta Transformación con la Independencia, la Reforma y la Revolución, no fue una locura como muchos pensamos, fue una estrategia para tratar de convencer a la gente de que estábamos viviendo una auténtica transformación nacional.

En su estrategia de dividir al país ignoró completamente a los partidos políticos de oposición y se confrontó verbalmente con los grupos de poder económico, con los dueños de los medios de comunicación, los principales periodistas y analistas políticos y con un sector de los intelectuales. Los partidos y políticos de oposición desaparecieron de los medios de comunicación y el presidente inventó nuevos enemigos. Para él, todo el que se oponía o cuestionaba sus programas era un defensor del pasado, del neoliberalismo y un hombre o mujer de derecha, aunque muchos eran considerados por la gente como hombres y mujeres progresistas.

Él mismo promovió la crítica a su gobierno y el fuego cruzado con los principales periodistas, analistas e intelectuales políticos, inventó a sus críticos antes de que ellos empezaran a criticarlo, los necesitaba para legitimar ante la población su 4ta Transformación. Su estrategia de dividir al país y promover el fuego cruzado contra sus detractores, tenía como objetivo final convertir la elección de 2024 en un plebiscito entre el pasado y la 4ta Transformación.

No hay nada que no se haya dicho en contra del gobierno, no hay una sola obra o un solo programa que no haya sido criticado severamente por las voces críticas de oposición. Por eso me parece equivocada la estrategia de Xóchitl de basar su discurso en la crítica, lo que diga ya fue dicho antes y está cayendo en el juego de López Obrador de convertir la elección en un plebiscito.

Pienso que por eso tiene una opinión negativa tan alta, al criticar al gobierno, la gente entiende que es una crítica a todo lo que hizo el gobierno, incluyendo los programas sociales. Su contrincante no es el presidente, es Claudia. Por otro lado, no basta con decir que va a acabar con la violencia tiene que decir cómo, la gente está harta de promesas y ya no cree en ellas. Claudia la tiene muy fácil al proponer el 2do piso de la 4ta Transformación y continuar con la crítica al pasado neoliberal, que no es criticar a alguien en lo particular.

Quedan 60 días de campaña y más allá de si las diferencias son de 20 u ocho puntos, las preferencias y las opiniones positivas de Xóchitl no se mueven y Claudia mantiene en lo personal altos niveles de aprobación. Claudia tiene que seguir haciendo lo que está haciendo, la que tiene que hacer un cambio profundo en su estrategia pasando de la crítica a la propuesta es Xóchitl.