Diplomacia de AMLO presenta rasgos de tipo kermés

El martes 20 de septiembre del 2022 el presidente de Alemania Frank Steinmeier llegó a Palacio Nacional para asistir a la ceremonia de bienvenida que el presidente mexicano le ofrecería por tratarse de una visita de Estado.

En su ingreso a Palacio Nacional, miembros de seguridad dijeron a una persona que acompañaba al presidente Steinmeier que no todos los miembros de la comitiva alemana podían pasar porque el nombre de uno de ellos no se encontraba en la lista.

“No pueden entrar”, fue la orden. De manera inmediata, el teléfono de un funcionario de la cancillería mexicana comenzó a sonar y al escuchar la explicación de lo que estaba ocurriendo, confesó: “Perdón, pero nosotros no tenemos ningún contacto en Palacio Nacional para pedir que autoricen el ingreso de las personas”.

En efecto, AMLO no tiene asesor de política exterior en su oficina. Su ausencia es evidente. En el pasado no se tiene registro de un caso similar.

Luego de la ceremonia, los presidentes Steinmeier y AMLO pasaron a la oficina para charlar durante algunos minutos. También se encontraba el secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard. En un ambiente relajado, AMLO le pidió a Ebrard que revelara los nombres de las “corcholatas”. “A ver Marcelo, dile al presidente quiénes son sus nombres”. Uno a uno, Ebrard mencionó todos los nombres. “Clau-dia-Shein-baum”.

Humillación en tiempo real.

Al paso de la conversación con el presidente Frank-Walter Steinmeier, AMLO le lanza una propuesta: “Quédese a comer, presidente”.

La agenda de un presidente o de cualquier funcionario que visita otro país se prepara con semanas o meses de anticipación, pero, tal parece que, para AMLO, el presidente alemán la tarde de ese martes la tenía libre. Steinmeier se quedó a comer con AMLO.

La mensajera DHL

Otro episodio surrealista fue la carta que la funcionaria Laura Elena Carrillo Cubillas fue a entregar al Palacio de la Zarzuela, sede de la monarquía española. La misiva fue firmada por el presidente AMLO, pero maquinada y redactada por su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller. Así me lo confirma una fuente que conoció los hechos.

El objetivo de la misma era convencer al rey Felipe VI para que ofreciera un perdón a los pueblos originarios por lo ocurrido cinco siglos atrás, cuando no existía lo que hoy se conoce como México.

No se utilizaron los canales diplomáticos adecuados para hacer la solicitud, ni tampoco fue un tema originado por la voluntad del presidente AMLO.

¿Por qué fue designada la funcionaria de la Amexcid a hacer las veces de FedEx o DHL?

El presidente AMLO fue reiterativo con la petición de su esposa a lo largo de varias conferencias de prensa generando tensión en la relación bilateral. La embajada de España, que en ese entonces era encabezada por Juan López-Dóriga Pérez, ponía énfasis en los eventos públicos en la importancia de la relación bilateral desde el punto de vista histórico como comercial.

El 8 de octubre de 2020 el presidente AMLO visitó el Colegio de México y en su discurso no hizo mención alguna en los españoles refugiados que colaboraron en la creación de importantes instituciones.

El embajador “Peter Sellers”

Roberto Velasco no es diplomático de carrera, pero tuvo un ascenso meteórico desde que Ebrard lo nombró director general de Comunicación Social. Velasco mencionaba en 2019 que su jefe lo hizo porque él no tenía vicios de periodista. Sin embargo, pronto los aprendió, y pedía a sus amigos periodistas criticar públicamente a sus “enemigos” que se atrevían a criticarlo. Ebrard lo ascendió como jefe de unidad para América del Norte. Ahora promueve su perfil para convertirse en embajador en Washington.

Su intención es de comedia; recuerda a la divertida película “La Fiesta” de Peter Sellers.

Tres mosaicos de una diplomacia-kermés.

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