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Donald Trump, entre la tragedia y la diversión
Donald Trump tiene la virtud o el defecto de caricaturizar el entorno político.
Ayer, luego de escuchar los 37 cargos penales que pesan en su contra sobre la apropiación de documentos de la Casa Blanca, se fue a montar un acto de campaña en el restaurante Versailles de Miami.
El mensaje simbólico de Trump fue claro: “El establishment me quiere colocar obstáculos muy elevados para impedir que gane las elecciones presidenciales de 2024, pero tengo rasgos populistas e histriónicos para burlarme de mi situación”.
Trump ya pasó a la historia como el primer candidato, presidente o expresidente que ha reaccionado de manera distante a las señales del canon político; será recordado como “el primero en…”.
Y si llegara a ganar las elecciones de 2024, dejaría de ser una anomalía.
Trump fue el primero en azuzar a sus seguidores para que asaltaran el Capitolio: 5 muertos.
El primero en desconocer como presidente legítimo a quien le ganó en las urnas en 2020.
El primero en cerrar la frontera estadounidense a miles de musulmanes generando un caos histórico en el aeropuerto de Nueva York John F. Kennedy.
El primero en usar a México como tema central de una campaña presidencial (para evitar a “violadores” y “narcotraficantes” lo mejor es construir un muro).
El primero en criticar a las agencias de inteligencia de su país.
El primero en cuestionar: “¿Por qué recibimos a gente de países de mierda?”, en referencia explícita a El Salvador, Haití y varias naciones africanas. Ocurrió en enero de 2018 durante una reunión con legisladores, Trump lo niega.
El primero en llegar a la Casa Blanca a partir de una campaña de redes sociales con datos de civiles sustraídos de manera ilegal, pero con el consentimiento de Facebook, por la empresa Cambridge Analytica.
El primero en empujar físicamente a un líder de Estado. Fue en mayo de 2017 durante una reunión de la OTAN. El entonces presidente Trump empujó al primer ministro de Montenegro, Dusko Markovic, con el objetivo de quedar en mejor posición para la fotografía de familia.
El primero en enfrentar a la Justicia acusado de 37 delitos federales.
El primero en ser condenado por la Justicia a pagar 5 millones de dólares a una mujer por abuso sexual y difamación.
El primero en burlarse de la periodista Megyn Kelly durante un debate en televisión: “Uno podía ver que le salía sangre por los ojos, que le salía por todas partes”.
Ayer, en el restaurante Versailles lo aplaudieron y le cantaron happy birthday.
Fenómeno de la posverdad, Trump ya no es una anomalía, es un autócrata en el interior de una democracia.
@faustopretelin