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Opinión

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Durban: punto de inflexión

La COP-17 es la última oportunidad para que los países ratifiquen el Protocolo de Kyoto, o bien, lo olviden; el pacto expira el próximo año.

Ayer comenzó formalmente la COP-17, que para muchos expertos marca un punto de inflexión en las negociaciones internacionales para enfrentar el cambio climático. Los líderes mundiales tienen dos opciones, construir sobre los avances de Cancún y lograr la ratificación del Protocolo de Kyoto o no avanzar en las negociaciones.

¿Por qué es importante eso del Protocolo de Kyoto? En primer lugar, por la urgencia de una solución puesto que dicho protocolo expira el próximo año. En segundo lugar, porque dicho protocolo representa el único acuerdo vinculante (con consecuencias jurídicas) de reducción de emisiones de Gases de Efecto Invernadero en el mundo; todos los demás acuerdos son voluntarios. En tercer lugar, este punto es clave para las negociaciones y puede poner en riesgo los demás temas de la agenda en Durban.

Para entender en qué se traduce el Protocolo de Kyoto, les doy un ejemplo. En México, al igual que en todo el mundo, los rellenos sanitarios producen gas metano debido a la descomposición de la basura orgánica. El metano sube a la atmósfera y contribuye unas 25 veces más que el carbono al calentamiento global. Gracias a los mecanismos de desarrollo limpio (Protocolo de Kyoto) ese mismo metano se puede quemar y vender como bonos de carbono, en lugar de dejarse escapar. De esta forma se obtiene financiamiento para invertir en los quemadores y tubos necesarios para quemar dicho gas, inversión que ningún Presidente municipal habría hecho de otra forma en su relleno sanitario.

¿Quién compra los bonos de carbono? Debido a la existencia de estos mercados, en aquellos países con regulaciones estrictas sobre la cantidad de emisiones, las empresas pueden comprar bonos de carbono en otras partes del mundo para compensar por sus emisiones excedentes y así seguir produciendo. Durban es la última oportunidad para que los países ratifiquen el protocolo o lo olviden. Los europeos están dispuestos a continuarlo pero Canadá, Rusia y Japón, entre otros, no lo harán hasta no ver que los países en vías de desarrollo (como China, Brasil e India) tomen compromisos medibles y vinculantes. Por otro lado, para los países en vías de desarrollo, todas las negociaciones en Durban dependerán de la ratificación del protocolo.

Esto pone en riesgo las negociaciones que tienen que ver con el financiamiento de los 100 billones de dólares para el Fondo Verde de la ONU. En Durban se determinarán las fuentes de dichos recursos para comenzar a operar el fondo en el 2012. Así, Durban es uno de los mayores puntos de inflexión en la historia.

rgallegos@eleconomista.com.mx

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