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Edomex, ¿la gran traición?
De la maquinaria electoral que llevó a Enrique Peña Nieto a Los Pinos, poco quedaba. Menos, de la alianza entre el Grupo Atlacomulco y el Grupo Huichapan que controló a las estructuras priistas durante dos décadas.
Esa lucha intestina, en su última etapa, confrontó al dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, con una facción hidalguense. Y en el Estado de México tuvo uno de sus episodios definitorios.
Heredero de gobernadores, secretarios de Estado y líderes priistas, Jorge Rojo García de Alba era uno de los representantes más conspicuos de esa generación tricolor. Alejado de Miguel Ángel Osorio Chong, aceptó ser delegado especial del CEN del PRI en el Estado de México, nombrado por Moreno Cárdenas.
Sus funciones, empero, estuvieron limitadas… por una indagatoria, por presunto tráfico ilegal de combustible en una de sus propiedades. Aunque otros explican su ausencia... por su cercanía al coordinador de la campaña morenista, Horacio Duarte.
¿Un agente doble en la campaña del Estado de México? Confirmada la derrota que adelantaban las encuestas, importantes cuadros priistas se asumen como víctimas de una emboscada... dentro y fuera del “bloque de contención”. A Movimiento Ciudadano reclaman su “perversa decisión” de no postular candidato a la gubernatura favorecía a Morena, pero sobre todo su ofensiva directa contra el PRI en vísperas del cierre de las campañas.
Alfredo del Mazo es señalado directamente por haber entregado la gubernatura. “La única cosa peor al autoritarismo de Palacio Nacional”, definen, “es la debilidad del gobernador, quien se puso a disposición de Palacio Nacional desde el arranque del sexenio. Ahora quedó confirmado que prefirió negociar la derrota en las urnas, a cambio de un indulto presidencial que se extiende a sus hermanos, Alejandro y Adrián”.
¿Abandono o trapicheo? El consenso entre los mandos priistas apunta un pacto entre Del Mazo y el principal huésped de Palacio Nacional, aunque otras voces informadas apuntan hacia la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum como la principal facilitadora de un acuerdo político. Un análisis electoral a profundidad, empero, confirma que los involucrados en Va por México inexplicablemente dejaron escapar la opción de triunfo, por una infructuosa campaña de aire.
Alejandra del Moral deja una estela de damnificados entre los consultores políticos: Carlos Mandujano, Ricky Arango, Roberto Trad y Pico Covarrubias, entre ellos. Enfrente, un pool de agencias en el que estuvieron Heurística, a cargo de la estrategia general de campaña, y Cuadrangular, firma responsable de implementar la estrategia digital de campaña. Para sectores específicos, el encargado fue la agencia Trejo Comunicaciones. Con esta victoria, estos equipos de comunicación se posicionan como favoritos para los procesos electorales del 2024.
Efectos secundarios
¿RELEVOS? Los triunfos de Delfina Gómez en el Estado de México y Manolo Jiménez en Coahuila son irrebatibles. Ambos, con ventajas de dos dígitos, lo que cierra la puerta a cualquier amenaza de conflicto postelectoral. Para el PRI, la victoria en la entidad fronteriza –donde además de la gubernatura, tendrá mayoría calificada junto con sus el PAN y el PRD—es una bocanada de oxígeno. De inmediato han surgido voces sobre “el mensaje de Coahuila”. “La fórmula mágica es el trabajo en unidad”, resumió Jiménez, “El amor le ganó al odio. El trabajo le ganó a la grilla”. Además de la alianza antiMorena, hubo un proyecto político en torno a un objetivo. Manolo Jiménez Salinas —para bien o para mal— encarna al futuro del PRI. Alito Moreno no podrá colgarse medalla alguna, aunque no se caiga Va por México.