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El Acuerdo sobre Pandemias: ¿Dónde estamos?
En diciembre de 2022 escribí una columna sobre “El tratado internacional sobre prevención, preparación y respuesta ante pandemias”, actualmente conocido como el “Pandemic Accord”, donde indiqué los objetivos que tenía, los principios que lo inspiraban y la oportunidad de mejora que este implicaba. Busca precisamente sacar las lecciones de las fallas que existieron al enfrentar la pandemia del Covid-19, que produjo cerca de 15 millones de muertes asociadas, impactando severamente la Salud Global. De esta forma, se intenta que sistemas de salud nacionales pueden coordinar y hacer más eficiente, solidaria y equitativa su respuesta ante desafíos similares o mayores a los vividos hace un par de años atrás.
El Pandemic Accord se negocia en el seno del Órgano de Negociación Intergubernamental (Intergovernmental Negotiating Body) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), donde los estados miembros de esta organización internacional intentan darle forma a este acuerdo internacional, que tendrá repercusión en sus sistemas de salud nacionales, tanto durante las pandemias, como entre ellas.
Entre el 19 de febrero y el 1 de marzo se llevó a cabo la octava ronda de negociación y la novena se retomará entre el 18 y 29 de este mes, dado que el mandato recibido es presentar el texto final para la 77ª Asamblea Mundial de la Salud, que está prevista para mayo de 2024, por lo que los tiempos están muy ajustados.
Como es propio de nuestra época, sobre esta negociación ha existido mucha información falsa. Se ha dicho en redes sociales, que el Pandemic Accord amenaza la soberanía nacional, o que la OMS desplegaría tropas para hacer cumplir el tratado, incluso que las fuerzas armadas nacionales se desplegarían para aplicar el tratado bajo las órdenes de la ONU. Ha habido rumores de mandatos de vacunación y pasaportes digitales que permitirían a la OMS rastrear los movimientos de las personas o preocupación por la autoridad de la OMS para sancionar a los países, entre otros.
Nada más alejado de la realidad: El proceso y los diversos textos acordados durante la negociación, están en el sitio web del Órgano de Negociación Intergubernamental (acá los videos de las sesiones), siendo el último texto disponible el de 30 de octubre de 2023, donde puede apreciarse que nada de lo indican las fake news tiene sustento.
Por otro lado, diversos grupos de interés han tenido la posibilidad de participar y exponer sus posiciones.
Así, organizaciones no gubernamentales como Médicos Sin Fronteras, han impulsado propuestas específicas. Entre ellas, la necesidad de contar con stocks de emergencia de “productos relacionados con la pandemia” (equipos de diagnóstico, terapéuticos, medicamentos, vacunas, equipos de protección individual, jeringas y oxígeno, entre otros), que ayuden a responder ante aumentos de la demanda abruptos e inesperados. También han resaltado la importancia de bajar las barreras de propiedad intelectual para responder a las pandemias, así como condiciones equitativas de acceso a los “productos relacionados con la pandemia” y los niveles de transparencia necesarios.
Por su parte, la Asociación Internacional de Medicamentos Genéricos y Biosimilares (IGBA, por sus siglas en inglés, asociación en la que participo), ha tomado una postura positiva hacia la negociación, viéndola como una oportunidad para aumentar la resiliencia de las cadenas de suministro de medicamentos, por medio de nuevos modelos de compra que contribuyan a desconcentrar la oferta, así como la mayor armonización regulatoria y coordinación internacional de las agencias de medicamentos.
Finalmente, la Federación Internacional de Asociaciones de Fabricantes de Productos Farmacéuticos (IFPMA, por sus siglas en inglés) ha tenido una posición menos entusiasta, advirtiendo que el actual texto propuesto no preservaría lo que ha funcionado bien en esta pandemia y que frenaría los esfuerzos por mejorar la equidad, al tener un efecto paralizador en la cadena de innovación de medicamentos.
En ese contexto, el Director General de la OMS, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha estado preocupado por el avance de la negociación, indicando que si ella fracasa “será una oportunidad perdida que las generaciones futuras no nos perdonarán”.
Una de las materias más controversiales, según algunos reportes, es el denominado “Acceso a Patógenos y Reparto de Beneficios” (Pathogen Access and Benefit Sharing) que se refiere a la forma en que se puede acceder a los materiales genéticos de los patógenos (virus, bacterias, etc.) para poder investigar y desarrollar nuevos medicamentos y vacunas, entre otros, y cómo se distribuyen los beneficios derivados de este uso entre quienes utilizan dichos recursos y los que los proporcionan. Precisamente, en la negociación se intentaría llegar a un acceso más equitativo, especialmente entre los diversos países, al resultado de la investigación que se realice con los patógenos, ello mediante donaciones, transferencias tecnológicas, entre otros mecanismos.
Efectivamente esta negociación es una oportunidad histórica, que no debemos desperdiciar, especialmente después de haber sufrido los devastadores efectos de la pandemia del Covid-19. Simplemente los sistemas de salud nacionales no pueden responder en forma adecuada a estos desafíos que no conocen fronteras, sin la debida coordinación. Por ello, es un imperativo que se pueda llegar a los acuerdos necesarios, que preserven los que se hizo bien y mejoren los aspectos donde la respuesta fue inadecuada. Un buen acuerdo, mejorará la prevención de futuras pandemias y permitirá responder de forma más eficiente y equitativa, y así evitar millones de muertes innecesarias.
José Luis Cárdenas T.
Experto en políticas públicas en salud, Director de la Asociación Chilena de Derecho de la Salud, ha sido académico en diversas universidades chilenas sobre temas relacionados con sistemas de salud.