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Opinión

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El Banco de Inglaterra ?y la Guía Anticipada

El Comité de Política Monetaria considera que la Guía Adelantada mejora la efectividad de su política monetaria de tres maneras.

El Banco de Inglaterra (BI) tomó prestada una idea de la Fed. Hace unos meses el secretario del tesoro británico, George Osborne, pidió al Comité de Política Monetaria (MPC) evaluar la oportunidad de adoptar una estrategia de política basada en una Guía Adelantada explicita. Ayer, el nuevo gobernador, Mark Carney, respondió afirmativamente. El MPC considera que la Guía Adelantada mejora la efectividad de su política monetaria de tres maneras: 1) Transmite con mayor claridad a los mercados el punto de vista del banco sobre el horizonte de tiempo previsto para que la inflación regrese a su objetivo. 2) Reduce la incertidumbre sobre la trayectoria futura de la tasa de interés de política, evitando un aumento prematuro de las tasas de interés en la recuperación de la economía. 3) Otorga mayor flexibilidad a la política monetaria para estabilizar el producto y el empleo en sus niveles potenciales sin poner en riesgo la estabilidad de precios y financiera. Según Carney, esta estrategia es consistente con el mandato del BI, estabilidad de precios en primer lugar, y sujeta a esta condición, apoyar la política económica del gobierno.

El nuevo instrumento de política se agrega a la caja de herramientas del banco que incluye la tasa de interés de política en mínimos históricos, un gran programa de compra de activos (QE), y un programa conjunto con el tesoro británico, que busca apoyar el financiamiento de las pymes a través de la banca comercial. El programa de expansión cuantitativa británico ha comprado más de 20% del PIB de bonos del gobierno británico.

El BI pretende mantener la postura de política monetaria actual mientras no se reduzca sustancialmente la capacidad ociosa en la economía y halla estabilidad de precios y financiera. La tasa de interés seguirá en 0.5%, mientras la tasa de desempleo supere 7 por ciento. La tasa de desempleo es actualmente 7.8%, y se proyecta será inferior a 7% a finales del 2016. Mientras el desempleo sea superior a 7%, el MPC podría lanzar nuevos programas de QE si fuera necesario, y no se reducirá el tamaño del balance mediante la venta de activos. Todo esto está sujeto a las siguientes condiciones: 1) Que la inflación proyectada para los próximos 18-24 meses no supere 0.5% la meta fijada por el gobierno (2%). 2) La expectativa de inflación de mediano plazo permanezca bien anclada. 3) Que el Comité de Estabilidad Financiera del banco juzgue que la posición de la política monetaria constituye un riesgo importante para la estabilidad financiera.

Ahora, la política monetaria del BI es similar a la adoptada por la Fed desde septiembre pasado. La Fed adoptó desde el inicio de la crisis un estrategia FG, pero abierta. En diciembre del 2008 anticipaba que las condiciones monetarias expansivas se mantendrían durante cierto tiempo. Luego, en el 2009, cuando lanzó su primer QE, prometió mantener las condiciones monetarias durante un periodo extenso, pero en el 2011 adoptó un enfoque contingente al tiempo. Finalmente, en septiembre del 2012 adoptó un enfoque contingente al estado de la economía. La Fed ha dicho que mantendrá la tasa de política en un nivel efectivo de 0.25% hasta que la tasa de desempleo descienda de 6.5 por ciento.

La clave para que funcione esta estrategia es la credibilidad el banco central y su reputación. La estrategia no funcionó en Japón en su primer intento hace unos años porque el mercado anticipó correctamente la falta de compromiso del Banco de Japón.

rfeliz@eleconomista.com.mx

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