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El Gran Hermano AMLO ya está en RT
Al ingresar a una estación de Metrobús de la avenida Insurgentes de la Ciudad de México, la vista de los usuarios logra ser atrapada por un conjunto de pantallas publicitarias. Del color verde se sobreponen dos letras: RT.
Se trata de Russia Today, el canal oficial de noticias del gobierno ruso.
¿Por qué un canal de noticias no privado y ruso desea publicitarse en estaciones de transporte público de la Ciudad de México?
La Unión Europea decidió bloquear RT en marzo de 2022 al considerarla un arma de desinformación masiva bajo el entorno de la invasión rusa a Ucrania.
Dos años antes, el Departamento de Estado estadounidense publicó un documento cuyo título es: “Pilares del Ecosistema de Desinformación y Propaganda de Rusia”. Era la época de la pandemia.
“El ecosistema de desinformación y propaganda de Rusia es la colección de canales y plataformas de comunicación oficiales que Rusia utiliza para crear y amplificar narrativas falsas”, apunta el documento elaborado por el Global Engagement Center (GEC) del Departamento de Estado.
A Thomas Jefferson no le alcanzó la vida para observar los noticieros de la televisión ni tampoco enviar un mensaje a través de Facebook; no pudo conocer a George Orwell, pero intuyó que el medio es el mensaje.
“Cuando la ciudadanía está bien informada se le puede confiar su propio gobierno”, escribió Jefferson en 1789.
En octubre de 2015 RT emitió en su señal en inglés una pieza sobre Hillary Clinton titulada “Obvi-Illuminati”, en el que la conductora Lori Harfenist afirmaba que la candidata pertenecía a la secta satánica Illuminati.
Los medios y las redes de destrucción masiva no tienen pólvora, pero sí fake news.
Han sido los propios funcionarios rusos quienes catalogan a la propaganda como parte de su estrategia militar. El 21 de febrero de 2017, el ministro de Defensa Sergei Shoigu, compareció ante el Parlamento para detallar una serie de medidas de refuerzo con las que justificaba un incremento en el presupuesto militar. En la lista aparecieron 41 misiles intercontinentales, 10 lanzaderas, 170 aviones militares, 905 tanques y 17 buques de guerra. Adicionalmente, el ministro admitió por primera ocasión la creación de una división sobre estrategias de información. Según comentó Shoigu, citado por la agencia Interfax, “la propaganda debe ser inteligente, lista y eficiente”.
El general retirado Vladímir Shamanov, quien encabezaba el Comité de Defensa admitió en la misma sesión la existencia de esa división, refiriéndose a sus objetivos: “proteger los intereses de defensa nacional y acometer operaciones de guerra informativa”.
La agencia RIA Novosti citó al coronel retirado Leonid Ivashov, que había estado al frente del Departamento de Cooperación Internacional del Ministerio de Defensa: “Debemos de dejar de ofrecer excusas y obligar a Occidente a ponerse a la defensiva con operaciones que nos permitan dejar al descubierto sus mentiras”.
RT no es la excepción. El entonces presidente francés Jacques Chirac, molesto por el contenido que propagaban cadenas estadounidenses sobre la guerra de Irak, decidió crear France24. O qué decir de TeleSur, el canal creado por Hugo Chávez, Rafael Correa y Cristina Fernández de Kirchner, entre otros, para reforzar la propaganda populista de sus respectivos gobiernos.
En Estados Unidos, Breitbart News y Fox News, entre otras plataformas, se dedicaron a propagar la imagen de Donald Trump en las elecciones de 2016.
En España, TVE siempre recibe dosis ideológicas extra normales del gobierno en turno. En México, la televisión oficial emula el control de la televisión cubana.
En las próximas semanas no será difícil ver en RT en español un conjunto de piezas con fines propagandísticos sobre las propuestas de ley del presidente López Obrador que eligió para catapultar a su candidata presidencial Claudia Sheinbaum.
Los medios y redes de destrucción masiva tienen en las fake news, un tipo de pólvora demoledora.
Colonizar una parcela del cerebro es el fin de la propaganda.
El Big Brother AMLO ya está en RT.