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El Presidente cree que su Pacic sustituye al Banxico
El presidente Andrés Manuel López Obrador se sabe el secretario de Hacienda y sólo echa mano de los técnicos para que le den forma a lo que dicta que se debe hacer con los ingresos, pero sobre todo con los gastos del gobierno federal.
Lo que no puede hacer López Obrador es asumirse ahora como el gobernador del Banco de México. Es más, asumirse como el Banco de México.
Puede este régimen hacer toda la propaganda que quiera con su programa contra la inflación, portadas y entrevistas a modo, todo muy bien. Lo que no puede hacer el Presidente es creer que su plan es para que el Banco de México no suba la tasa de interés.
Hay antecedentes que dejan la duda razonable del respeto a la autonomía del Banco de México por parte de López Obrador. El más grave fue aquel adelanto en Palacio Nacional de la última decisión de política monetaria.
Hay que tomar muy en serio que el presidente López Obrador crea que su Paquete Contra la Inflación y la Carestía (Pacic) alcanza para sustituir la política monetaria del Banco de México.
Parece un disparate, pero no será el primero que escuchemos y se ejecute en estos tiempos. La 4T creyó que su terminal aérea de Santa Lucía sustituía al Aeropuerto de Texcoco. El régimen estaba seguro de que el Insabi sustituía al Seguro Popular. Creyeron que su honestidad valiente reemplazaba la compra de medicamentos. Pensaron que los abuelitos eran reemplazo de las estancias infantiles. Etcétera.
En el momento mismo en que López Obrador dijo que su plan era para que el Banxico no subiera tanto las tasas de interés, la reacción del banco debió ser automática ante tal declaración. Pero la respuesta fue la de siempre en estos tiempos: el silencio.
Hace algunos años, el entonces presidente Felipe Calderón sugirió al gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz, que no subiera las tasas de interés en plena crisis subprime del 2009. El autónomo gobernador le respondió y el banco subió la tasa de interés. Su castigo fue la no reelección frente al Banxico, pero su premio fue un reconocimiento unánime por su autonomía.
Qué peligroso que López Obrador crea que su canasta de 24 precios congelados ayuda a contener la inflación. El secretario de Hacienda dijo que esto ayuda a estabilizar las expectativas de los precios, sí, de esos 24 precios. Nada más.
Su paquete se concentra en productos que básicamente se miden en el subíndice de la inflación no subyacente, cuando hoy el problema inflacionario ya está en el corazón de la inflación. Es una explicación que sobra, porque no escuchan.
Mucha atención en esa nueva idea que ahora ronda la cabeza presidencial. López Obrador cree que su Pacic va a combatir la inflación para que el Banco de México suba menos la tasa de interés.
Es un absurdo del tamaño de las medidas que toma este régimen y el banco central autónomo de México debe ser muy firme en tomar las decisiones de política monetaria que correspondan. Ojalá también se atrevieran a ser una institución que se atreva a explicar su papel.