El abandono de la Secretaría de Relaciones Exteriores

La declaración de persona non grata hacia el presidente de México por parte del Congreso peruano refleja el estado que guarda la política exterior del país: descomposición.

Para el presidente López Obrador el fracaso de su política exterior no le genera costos domésticos por la desatención que una parte mayoritaria de la población tiene sobre el mundo, reflejo de una cultura etnocentrista arraigada en el sistema educativo mexicano.

Por ejemplo, existe un amplio conocimiento sobre marcas de automóviles, pero no se tiene interés por conocer el nombre de la presidenta de Honduras.

El hecho de que para el presidente su fracaso en el exterior no le genere costo, no significa que el país quede inmune. El desprestigio del presidente en el mundo arrastra la imagen del país, y al mismo tiempo genera desconfianza en tomadores de decisiones.

La desconfianza genera costos.

Después de tres años de golpear a España, el presidente Pedro Sánchez no confía en absoluto en AMLO. El mexicano pierde una oportunidad. España tendrá la presidencia de la Unión Europea en el segundo semestre de este año. Podrían existir sinergias; no las habrá por culpa de AMLO.

Las embajadas se convierten en correas de transmisión sobre los sucesos que ocurren alrededor del país en el que se encuentran, y en particular, sus áreas políticas rastrean y analizan las decisiones del presidente. Los despachos que los embajadores envían a sus cancillerías es información sólida. Cuando a los ministros de Exteriores les informen la intención de AMLO de llevar a la Corte a elecciones para que sean electos los jueces por voto universal, diversas cancillerías confirmarán del perfil autoritario del presidente.

La decisión de Perú de declarar al presidente López Obrador persona non grata ocurre en momentos de abandono de la Secretaría de Relaciones Exteriores, en donde Marcelo Ebrard se ha dedicado a popularizar su figura en cápsulas de TikTok en su búsqueda de la candidatura presidencial.

En cuatro años y medio de funciones, Ebrard no ha viajado a Bruselas un solo día. El Acuerdo Global entre la Unión Europea (UE) y México ya está ubicado en el último vagón. De no firmarse en este año, no se hará en 2024 por las elecciones europarlamentarias (organismo que requiere de su aprobación) y mexicanas.

Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, ha dicho en varias ocasiones que la aprobación del Acuerdo Global es una prioridad para la UE.

Ebrard decidió guardar el acuerdo en un cajón, luego de que Bruselas le propusiera aprobar la parte comercial del mismo. Los capítulos de Inversiones y Política los necesitan aprobar los 27 parlamentos de los países miembros de la Unión Europea. Ebrard no quiso. Bruselas le presentó una propuesta alternativa: aprobar un acuerdo comercial espejo, y esperar varios meses o años hasta que los 27 parlamentos den el visto bueno. Ebrard aceptó, pero el Acuerdo Global llegó a la nueva secretaria de Economía quien seguramente, lo analizará a su tiempo.

¿Costos transaccionales? ¿Daño en la imagen del país?

En enero de 2022 AMLO calificó como “santa inquisición” a la cancillería de Panamá por no haber otorgado el beneplácito como embajador a Pedro Salmerón, demandado por acoso sexual. La canciller Erika Mouynes recibió ataques de AMLO. Ebrard y su subsecretaria Martha Delgado, animosos publicistas de una política exterior feminista, que no existe en la realidad, no dijeron nada. El silencio los hizo cómplices de la decisión de AMLO.

Si la rendición de cuentas fuera materia de interés en la mayor parte de la sociedad, se le estaría pidiendo a Ebrard reintegrar su sueldo a la cuenta de la Tesorería de la Federación. El abandono de la secretaría tiene un costo.

Twitter: @faustopretelin