El acero podría perder

La industria del acero apunta hacia el nearshoring y reshoring, fenómenos que están redefiniendo el consumo de acero. Sin embargo, este gremio atraviesa por una polémica política electoral en estos momentos, que ha buscado frenar el gremio vía la Secretaria de Economía, al mando de Raquel Buenrostro, pero que esta agarrada con pinzas y podría dar dolores de cabeza a México, con la imposición de aranceles.

Resulta que el acero, pilar fundamental en la construcción y la industria, sigue siendo protagonista en el escenario económico. Sin embargo, el principal socio comercial, es decir Estados Unidos, ya puso el dedo en el tema, asegurando que esta entrando a dicho país, acero proveniente de Asia, a baja calidad y realizando practicas dumping.

Y es precisamente México la puerta de entrada, triangulando acero. Nos comentan que las autoridades Estadounidenses de Economía se han reunido con la secretaria de economía, Raquel Buenrostro, a fin de que los esquemas que propuso el gremio con las autoridades mexicanas se mantengan bajo la lupa.

Es decir, tanto personas físicas como morales que comercialicen y exporten acero, presentarán un certificado de molino y de calidad, para poder especificar dónde está ubicado el predio, y el número de lote del producto.

Para entonces cubrir las 72 fracciones que se tiene en la trazabilidad de los acuerdos comerciales, y evite la triangulación

Muchas empresas mexicanas, deben ya presentar dónde se hace el acero. El tema parece superado, pero ante las elecciones y al ser un tema sensible, no se descarta que siga en el radar de las autoridades estadounidenses, que en el peor de los casos se traduciría en la imposición de un arancel del 25% para el acero de importación y de 15% en aluminio.

No es para menos, cuando sabemos que el acero se extiende de manera significativa a diversos sectores industriales, siendo un protagonista esencial en la construcción, la fabricación de maquinaria, la automoción y la infraestructura.

Incluso en este 2024, las tendencias apuntan hacia el nearshoring y reshoring, fenómenos que están redefiniendo el consumo de acero.

De acuerdo con especialistas en el sector, en el mercado del hierro y el acero se proyecta con un crecimiento anual del 6.7% entre 2023 y 2032 a nivel mundial.

Siendo México uno de los países productores de acero a nivel global más destacado. De ahí que la certeza jurídica, fiscal, la seguridad y reglas comerciales claras, serán más que importantes con la llegada de la nueva administración en México.

De acuerdo con datos de la Asociación Internacional de la Industria del Hierro y del Acero (World Steel Association), de 64 países productores de acero a nivel mundial, México se ubica en el número 16. Sin embargo, requiere de fortalecer los cuatro ejes que hoy se ven debilitados en su economía.

Porque, aun cuando la industria Mexicana del Acero apoyada por la Secretaría de Economía, ha anunciado inversiones por 5,605 millones de dólares para los próximos tres años, la realidad es que la relocalización en México, todavía no se materializa, y todavía se puede perder.

Deacero, Tyasa, Tubacero, Friasa, Autlan son las principales empresas que anunciaron inversiones. Aunque, si somos realistas, la mayoría de estas inversiones son para mejora de sus procesos productivos, sostenibilidad y atender la demanda y necesidades del sector automotriz, construcción, energía y el tratado de libre comercio. Así que el impacto de la relocalización o nearshoring, todavía no se ve y podría no ser tan atractivo como se sigue diciendo.