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El caso Navalni entra a la campaña electoral
Si la idea del presidente Putin es modificar el mapa de su país a imagen del siglo XX, entonces el mundo tendría también que regresar al pasado.
La embajadora de Ucrania Oksana Dramarétska visitó la Universidad Iberoamericana la tarde del pasado lunes para analizar los dos años de la invasión rusa a Ucrania. En un evento organizado por la profesora Aribel Contreras, la embajadora mencionó tres razones por las que el presidente ruso tomó la decisión de invadir: “pretende redibujar el mapa del mundo, reescribir la historia y destruir las relaciones internacionales basadas en el derecho internacional”.
El futuro de la guerra en Ucrania se definirá en gran medida en las urnas estadounidenses en el mes de noviembre. Si el presidente Trump regresa a la Casa Blanca los organismos multilaterales se debilitarían, y desde el liderazgo de la OTAN, habría cambio de estafeta. Lo advirtió Merkel en su momento: los paraguas de defensa estadounidenses podrían encogerse. Olaf Scholz lo sabe, y es consecuente. En los últimos dos años ha dado un vuelco en la política de defensa de su país.
El caso Navalni podría perjudicar el presidente Putin en el corto plazo. En especial el tema tendría injerencia en las negociaciones sobre la ayuda de Estados Unidos a Ucrania que en el Capitolio llevan a cavo los dos partidos en coordinación con la Casa Blanca. El momento en el que ocurrió la muerte de Navalni representa más presión para los republicanos. Pero no se mueven. Trump ya no quiere moverse en este año electoral.
La Casa Blanca ha invitado a Yulia Navalnaya, la viuda de Navalni, pero en duda se encuentra la fecha. Ya asistió a Bruselas. En la capital europea, Navalnaya reveló que no dejará morir el legado político de su esposo. El escenario cambió respecto a lo que ella misma decía años atrás sobre su distancia con la política.
La respuesta de los republicanos sobre la muerte de Navalni corrió a cargo de Donald Trump. Una respuesta incomprensible. Habló del tema, pero en realidad no dijo nada. Señaló como única culpable a la decadencia que vive Estados Unidos. No dijo más.
Al paso de los dos primeros meses del año, la migración ha dejado de ser el eje central temático de las campañas presidenciales en Estados Unidos; ahora lo acompaña el eje ruso. Biden no soltará el tema para intentar un ataque frontal contra los republicanos.
La desventaja para Biden es que en el centro de Estados Unidos no ven CNN; varios estratos poblacionales se alimentan de teorías de la conspiración.
Por lo pronto, el presidente Biden no soltará el caso de la muerte de Navalni para desgastar a los republicanos. Y ocurre en la semana en la que Julian Assange será noticia: ¿lo extraditarán o no a Estados Unidos?
Assange regresará a la primera línea de la agenda mediática.
@faustopretelin