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El coronavirus y la volatilidad en los mercados financieros
Los mercados financieros son volátiles por naturaleza. Nada más basta ir a cualquier sitio especializado y revisar las gráficas: siempre suben y bajan, pero en ocasiones, como ahora, lo hacen de manera mucho más pronunciada.
No es la primera vez que cuando vemos lo que ocurre en los mercados, parece que se está cayendo el mundo a pedazos. Y no será la última. Por eso es tan importante tener clara nuestra tolerancia al riesgo y siempre armar un portafolio de inversión que la tome en cuenta. Para que no tengamos que preocuparnos cuando estas cosas pasan.
¿Por qué el coronavirus afecta a los mercados financieros?
Tenemos que entender que hoy vivimos en un mundo globalizado e interconectado. Esto significa que los países no son autosuficientes: dependen de otros parar producir bienes o servicios. Pensemos por ejemplo en la ropa: quizá la tela viene de China, pero prenda se elabora en Guatemala, a pesar de que el fabricante sea una marca norteamericana. Un celular se puede armar en México, pero varios de sus componentes vendrán de Asia o de Europa. Una buena parte de los ingresos de la gente que habita una ciudad emblemática dependerán en gran medida del número de turistas extranjeros que la visiten.
Entonces, el hecho de que por un virus haya una cuarentena, se cierren temporalmente plantas, se suspendan vuelos y eventos deportivos o incluso se cierren ciudades y regiones completas, genera que la economía se paralice.
Si a eso le añadimos el miedo que siente la gente: los pronósticos catastrofistas que circulan en medios informativos formales o informales, lo que se comparte en redes sociales generan que el pánico se incremente.
¿Qué están haciendo los países?
Además de tomar medidas —en ocasiones muy fuertes— para intentar controlar la epidemia, las autoridades económicas están tratando de tomar medidas para que la gente siga consumiendo y para que las empresas puedan acceder a créditos baratos. Por eso vimos que en Estados Unidos la Fed decidió acelerar los recortes en su tasa de interés de referencia (medio punto porcentual). En otras regiones se empieza a discutir la implementación de estímulos fiscales. Todo esto es un intento de estimular la actividad económica.
¿Qué hacer con tus inversiones?
Lo primero es mantener la calma. Como mencioné anteriormente, se supone que construimos nuestro portafolio tomando en cuenta nuestra tolerancia al riesgo y sabiendo que esto podría pasar, así que no ha sucedido nada que nos debería sorprender. Todo esto ya estaba planeado.
Recordemos también que los mercados siempre se recuperan, eso también forma parte de nuestro plan. Las bajas abren siempre nuevas oportunidades, que pueden ser aprovechadas por aquellos que mantienen efectivo disponible y tienen liquidez. Algunos analistas dicen que la situación actual abre oportunidades no vistas desde hace 12 años.
Es muy importante también recordar nuestra meta. Si estamos invirtiendo una parte de nuestro dinero en el mercado de capitales, seguramente tenemos un objetivo de muy largo plazo, como nuestro retiro. Mantengamos la vista fija en esa meta y no nos preocupamos por los baches que encontramos en el camino. Saltar de una montaña rusa en movimiento nunca es buena idea. En el largo plazo —en 20 años—, estos movimientos importarán muy poco. La historia tiende a repetirse: no es la primera vez que hay bajas tan pronunciadas y los mercados siempre se recuperan. Estoy seguro que lo harán eventualmente.

