Lectura 4:00 min
El cuidado: un subsidio oculto pagado por las mujeres a la economía y la salud
El confinamiento provocado por la pandemia de Covid-19 trastocó la vida de prácticamente todos los seres humanos: tuvimos que dejar nuestros lugares de trabajo, de estudio, de esparcimiento e incluso los espacios de la familia extendida.
Esta situación es especialmente difícil para las mujeres que no solo han tenido que convertir sus casas en espacios laborales, sino también asumir desde el hogar las labores de cuidado y educación que anteriormente se delegaban a maestros, guarderías, cuidadores familiares y pagados, entre otros.
La carga de trabajo de las mujeres ha sido alta y desbalanceada en comparación con los hombres antes de la pandemia y seguramente lo será después de ella. Pero el confinamiento ha permitido visibilizarlo al llevar la presencia femenina a las aulas virtuales, convirtiéndose de la noche a la mañana en maestras sustitutas, por el creciente cuidado de los enfermos y convalecientes del virus, y por tener que dedicar más horas al trabajo doméstico ante la presencia de los miembros de la familia todo el tiempo en casa, a menudo porque mayoritariamente son ellas quienes han sufrido la pérdida de empleos que ha traído consigo la pandemia.
Según el INEGI una mujer mexicana dedica en promedio al trabajo no remunerado en su hogar 2.6 veces más tiempo que un hombre, con 30.8 horas a la semana contra 11.6. En tanto, estimaciones propias indican que las mujeres contribuyen con aproximadamente siete de cada 10 horas de cuidados relacionados con la salud, pero como resultado de la pandemia se ha incrementado todavía más la brecha de género. Nuestra hipótesis es que dicho aumento es del 30 por ciento, por lo que ahora las mujeres contribuyen nueve horas por cada tres horas que invierte un hombre en su hogar, horas que constituyen un subsidio a la salud y a la economía de todo el país puesto que no reciben remuneración alguna. Asimismo, datos de la Comisión Lancet Mujer y Salud, las contribuciones de las mujeres representan un 5 por ciento del PIB y la mitad de esta cifra constituye trabajo no remunerado, no contabilizado y no apreciado.
Esto explica las grandes dificultades femeninas para incorporarse plenamente al mercado laboral formal, ampliando la brecha de desigualdad entre hombres y mujeres. En el propio sector salud el personal de salud femenino no recibe un salario igual por trabajo igual: las doctoras mexicanas tienen un sueldo (sin ajustar) entre 20 y 25 por ciento inferior que los médicos varones.
La pandemia sin duda ha retrasado la equidad de género que tanto anhelamos, pero también oportunidades, pues los nuevos espacios para el trabajo virtual ofrecen horizontes tanto para mujeres como hombres para lograr combinar en forma eficiente y equitativa su vida laboral con las oportunidades de estar en familia y cuidar a los seres queridos.
Entre el 29 y 31 de marzo México será sede virtual del Foro Generación Igualdad, en donde las naciones del mundo buscarán reflexionar sobre los logros alcanzados y los retos pendientes desde la histórica cumbre celebrada en Beijing hace ya 26 años. Eso constituye una oportunidad de impulsar acciones para disminuir las brechas de género y valorar el trabajo que billones de mujeres de todo el mundo realizan para mejorar la salud de sus habitantes y las economías. El país tiene la oportunidad de adoptar una agenda de vanguardia, colocando a las mujeres en el centro de las políticas, sin embargo, hemos visto un gobierno confrontado con los grupos feministas y sus causas y con políticas contrarias a la agenda de equidad de género como el cierre –antes de la pandemia- de las guarderías que apoyaban a madres trabajadoras y que resultaban esenciales para su participación en el mercado laboral. Los ojos del mundo estarán en México esta semana y debemos aprovechar este espacio para empujar a nuestros lideres a promover políticas verdaderamente encaminadas a cerrar la brecha de género.
*Felicia Marie Knaul es Directora del Instituto de Estudios Avanzados de las Américas de la Universidad de Miami.
*Héctor Arreola-Ornelas es Coordinador de Investigaciones económicas de la Fundación Mexicana para la Salud.
*Margarita Vega es periodista.