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Opinión

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El diálogo y no la politiquería salvó al mercado estadounidense del aguacate

La semana pasada el mercado estadounidense para el aguacate michoacano, valorado en 2800 millones de dólares, estuvo en riesgo de perderse, y el presidente Andrés Manuel López Obrador aparentemente no supo bien lo que ocurría.

El sábado 12 de febrero, el Departamento de Agricultura de EU (USDA) prohibió la entrada de aguacates Hass michoacanos después de que uno de sus inspectores de su Servicio de Inspección Sanitaria de Plantas y Animales (APHIS), basado en Uruapan, recibió una amenaza en su celular. Acuerdos entre ambos países permiten que haya inspectores de APHIS en diversas ciudades mexicanas para verificar que los productos animales y vegetales que se exportan a EEUU no padezcan de alguna enfermedad o plaga que ponga en riesgo la salud de los consumidores o infecte a cultivos similares.

El lunes 14, al ser cuestionado sobre el asunto durante su conferencia de prensa matutina, AMLO politizó el asunto e ignoró la razón dada por la USDA, ya sea porque no quiso reconocer un caso más de la inseguridad que hay en el país o porque no le informaron las causas de la prohibición.

La respuesta que dio el presidente fue:

“... hay que revisar de qué se trata. En todo esto hay también muchos intereses económicos, políticos, hay competencia, no quisieran que el aguacate mexicano entrara a Estados Unidos o predominara por su calidad en Estados Unidos, hay otros países interesados en vender el aguacate. Y así pasa en otros casos, las hortalizas. Entonces, hacen lobby, es decir, buscan a senadores, buscan a funcionarios públicos, a las agencias, para estar poniendo obstáculos. Si no es por esto, es por la vaquita marina, por los delfines, pero en realidad siempre hay detrás un interés económico, comercial o una actitud política”.

Para él no se trató de una amenaza contra el inspector estadounidense, sino de un complot urdido por otros productores de aguacate.

Afortunadamente, el problema se resolvió y en la conferencia presidencial del viernes pasado, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, anunció que “hay una propuesta ya para que se pueda regularizar, normalizar la exportación de aguacate y hoy debe de emitirse una resolución (...) esperamos que a partir de la semana próxima ya se pueda reanudar cotidianamente el proceso de exportación. Es básicamente un asunto de revisar la regulación, hay medidas de seguridad que habían convenido entre el gobierno del estado, gobierno federal y las autoridades encargadas de la inspección del aguacate de exportación, y se van a reforzar esos mecanismos”.

El mismo viernes, APHIS anunció que “su programa de inspección de aguacate en Michoacán se ha reiniciado y se han reanudado las exportaciones de aguacate a los Estados Unidos. APHIS, en estrecha colaboración con el Oficial de Seguridad Regional de la Embajada de los EEUU en México, la organización nacional de protección fitosanitaria de México (SENASICA) y la Asociación de Productores y Empacadores Exportadores de Aguacate de México (APEAM), han promulgado medidas adicionales que mejoran la seguridad de los inspectores del APHIS que trabajan en el campo, luego de una amenaza hecha a un empleado el 11 de febrero”.

El diálogo y no la politiquería salvó un mercado que de 1914 a 1997 estuvo vedado para el aguacate mexicano.

Twitter, @ruizhealy

Facebook, Eduardo J Ruiz-Healy

Instagram, ruizhealy

Sitio, ruizhealytimes.com

Opinador, columnista, conferencista, media trainer, 35 años de experiencia en medios de comunicación, microempresario.

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