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El dinamitero
Un dinamitero de minas es un trabajador especializado que en la minería se encarga de preparar y manejar explosivos con la finalidad, entre otras, de perforar puntos rocosos específicos para poder tener así acceso a posibles sitios para excavar rocas y minerales (oro, plata, cobre, etcétera). El dinamitero prepara explosivos, los coloca, los detona y perfora.
En las leyendas de la minería se dice que algunos dinamiteros pueden actuar por interés propio, creando explosiones a su conveniencia en sitios que desvían así la atención de donde verdaderamente se encuentra el metal precioso para así quedarse con la mina. No les importa si compañeros mineros mueren en esa ambición. La finalidad es destruir y crear caos sin importar la destrucción de pasillos y túneles de la mina que ya están bien construidos y apuntalados.
López Obrador actúa como un dinamitero. En las semanas finales de su sexenio preparó mezclas de explosivos, las cuales fue colocando estratégicamente para hacer perforaciones y crear destrucción y caos. Es un dinamitero perverso porque no le importa destruir. Primero dinamitó el NAICM. A lo largo de su sexenio dinamitó, entre muchos otros, a los sistemas de salud, de educación, la política exterior, y ahora dinamitará a siete órganos constitucionales autónomos y al sistema judicial. Se consumará así el gobierno más destructivo de la historia moderna de México.
Muchos han señalado que este dinamitero obcecado le está dejando demasiados flancos abiertos a la próxima nueva dueña de la mina designada por él. Inclusive han sentido compasión por ella al decir que AMLO le está dejando un campo minado o varios cartuchos de dinamita en las manos. Con ello tendría un inicio difícil de su Presidencia teniendo que ejercer muchos controles de daños. Esa podría ser una hipótesis.
Pero hay otra. ¿Qué tal y sí CS está de acuerdo con todas las explosiones que el dinamitero le está dejando? AMLO le estaría heredando una Presidencia con un poder concentrado inmenso, sin estorbos como el Poder Judicial o una oposición que realmente lo sea. Le deja un Congreso con mayorías calificadas para poder modificar la Constitución a conveniencia. Le deja un partido hegemónico que la va a apoyar en todo. Le deja un militarismo consolidado.
Pero dejarle la mesa así de puesta tiene un costo. Le debe asegurar la inmunidad a él y a su familia ante posibles acusaciones, y lo más importante, deberá seguir sus “sugerencias” que le estará mandando desde la bambalina del rancho de ilustre nombre.
CS también tiene sus propias dinamitas. Por ejemplo, no ha expresado con contundencia que defenderá el T-MEC ante la revisión de 2026. Parecería que no se da cuenta de la importancia del acuerdo comercial tripartita, y del desarrollo económico y social que propició desde 1994 para el bienestar del país. En su ideologizada mente, podría pensar que sería un símbolo de dignidad romper con el “colonialismo comercial” de Estados Unidos y Canadá. Al fin y al cabo puede establecerse un bloque comercial con China y Rusia.
El mayor dinamitero de la historia ya nos dejó un nefasto vestigio. Esperemos ahora que CS no continúe jugando con la dinamita que le heredarán.
X: @frubli